Una consola necesita un buen puñado de juegos que lleguen a toda clase de públicos, varios títulos que vendan consolas y algunas exclusivas que no puedan ser jugadas en ningún otro formato, y a la portátil de Sony PS Vita le falta a día de hoy todo esto y un poquito más para ser la súper-ventas que sus responsables desean.
Killzone Mercenary podría ser un buen ejemplo de la clase de juego que la consola necesita, tanto por ser una potente exclusiva como por tener la calidad suficiente para hacer que muchos usuarios se planteen comprarse la consola. Eso sí, no es el juego perfecto ni mucho menos, pero sí marca el camino que otros deben seguir para conseguir que muchos usuarios se la acaben pillando.
Para empezar, estamos ante el mejor FPS de esta consola, lo cual no es difícil teniendo en cuenta que hasta ahora hay dos más en el mercado y son basura sin reciclar. Además, la experiencia de jugar con él es muy similar a la de cualquier otro shooter en primera persona o, incluso, a la de sus hermanos mayores en PS3 (gracias a sus dos analógicos y el mismo sistema de control que en cualquier otra consola). Esto hace que también
estemos ante uno de los mejores juegos para Vita, rivalizando incluso con Uncharted o Gravity Rush por ser el mejor, y se lleva de calle el
título de mejor apartado técnico visto hasta ahora en una portátil.
Sin embargo, como hemos dicho en varias ocasiones,
hay varios elementos que son muy mejorables en la experiencia global tanto en el modo campaña como en el multijugador y que le quitan de ser el juego perfecto. Por un lado, el modo campaña tiene una duración excesivamente corta (unas cuatro horas) y aunque tiene algunos elementos que hacen que podríamos volver a jugarlo (conseguir información hackeando terminales e interrogando a algunos enemigos para tener el logro correspondiente...), lo único que nos haría plantearnos volver a jugar es habernos gastado 40€ en un juego y no meterlo en un mueble a que coja polvo. Y de hecho se puede re-jugar ya que los mapas son muy amplios con distintos niveles de altura y zonas de cobertura, y al tener distintas armas y gadgets (y robots) a nuestra disposición podremos movernos de forma distinta en cada partida. Eso sí, al no haber zonas ocultas o cosas nuevas, y siendo tan lineal, se pierde rápidamente el interés.
Por otro lado, el multijugador también tiene sus problema. Tenemos tres modos de juego; todos contra todos, muerte por equipos y, personalmente mi favorito, el modo
Zona de Guerra rescatado directamente de Killzone 2 y 3. Este último es bastante original ya que en un mismo mapa tendremos que jugar hasta cinco modos distinto en el que se van acumulando los puntos de un modo a otro y donde cada modo nos pide hacer algo distinto (uno de ellos nos da puntos por interrogar a los enemigos, otro por matarlos, otro por recoger las cartas que dejan tras su muerte, otro nos da punto por hackear terminales...). El caso es que
tendremos solamente estos tres modos de juego y el número de jugadores máximo es de ocho (dos equipos de cuatro), posiblemente por limitaciones de hardware (quizás la opción 3G tenga gran parte de la culpa), además que no tendremos opciones para personalizar a nuestro hombre (salvo comprarle armas), ni configurar nuestra propia partida como queramos ni ninguna opción extra aparte de las ya mencionadas. Por si esto fuera poco, hay mapas en los que parece que
la velocidad del juego baja incluso más que en modo campaña, casi llegando a ralentizarse. Esto ocurre en momentos puntuales, pero es algo que no gusta nada teniendo en cuenta que el juego ya es lento de por sí.
En resumen, este
Killzone Mercenary es un juego que estando muy bien y siendo divertido y bien hecho, se queda corto en opciones tanto en el modo campaña como en el multijugador y, sin embargo, sigue siendo uno de los mejores exponentes que tiene esta consola.
Personalmente (y como ya he dicho en otras ocasiones), la velocidad de juego debería ser también un poco mayor y asemejarse algo más a otros juegos de acción que venden mucho más (Battlefield, Call of Duty...), y también debería tener muchas más opciones de juego, más misiones en el single player (una duración mínima de seis horas, por favor) y muchas más opciones multijugador. De todas formas, éste es el camino que deben seguir otras compañía para crear el FPS que Vita se merece.