No para todos, pero sí es lo normal. Hablamos de comenzar a jugar al modo multijugador una vez finalizado el modo historia al menos una vez y como forma de extender la vida de un título, si bien muchos otros jugadores compran un título pensando exclusivamente en sus posibilidades multijugador. Para los primeros, decirles que
Killzone 2 extenderá un buen puñado de horas a las escasas 7-8 del modo historia, ya que consigue la misma intensidad en sus partidas que en los enfrentamientos del modo historia, lo cual es un acierto y un logro por parte de del equipo de diseño. Sin embargo, no todo son buenas noticias para aquellos jugadores que se compran un título con el modo online en mente. Para ellos, decirles que tras disputar un buen puñado de partidas online, el juego se queda corto en opciones y se le pueden achacar ciertos
fallos en cuanto al diseño de algunos mapas, defectos que inicialmente pueden parecer muy divertidos pero que suponen a la larga un verdadero incordio para el jugador. Por ejemplo, existen algunas zonas en algunos mapas que son extremadamente extrechas, tanto como para no permitir el paso de más de un jugador a la vez (los cuerpos tienen física, por lo que no podemos traspasarlos). En estas situaciones tenemos dos opciones iguales de malas, que son esperar detrás del jugador que haya entrado primero en la zona (muerte segura tras morir él) o intentar esquivarlo por un lado por el hueco que deje (muerte segura si hay un número de enemigos apostados al otro lado). También hemos encontrado numerosos pasillos cerrados que hacen que tengamos que darnos la vuelta al llegar a ellos (algo que no ocurre en los grandes del género desde el inico del género) y que denota la poca experiencia de los diseñadores de mapas.
Tal como decíamos en el post anterior, el sistema de juego es muy original ya que desde uno mismo se nos propondrá jugar a los cinco modos de juego de forma secuencial, siendo la persona que monta el mapa la que elige cual de estos cinco modos jugarán los jugadores. Hasta ahora nos ha costado trabajo encontrar juegos en los que los distintos modos sean seguidos por el jugador que se conecta de forma masiva, es decir, cuando hay que defender a otro jugador que todos vayan a una con su objetivo, y
con el sistema de juego online no se fomenta los objetivos, aunque en todo momento tengamos indicadores en pantalla y de audio que nos aconsejan a hacerlo. Hemos encontrado situaciones como que otros jugadores, aprovechando el micro y auricular que permite el juego, intentan dar al resto de jugadores las pautas para seguir, mientras que estos van simplemente a matar a los que antes les han matado o a llegar a las zonas de concentración (que también las hay, algunas absurdas como una habitación de dos metros cuadrado donde se unen tres caminos distintos...)
Por todo lo dicho, y por seguir disfrutando de la calidad técnica en estos mapas, algunos sobrecogedores, podríamos concluir que los modos multijugador de Killzone 2 están pensados para el primer tipo de jugador anteriormente mencionado, es decir, el que espera jugar a otro juego y necesita extender la vida del título, pero no para los segundos, a los que se le quedará corto.