A nivel técnico,
Just Cause 4 consigue un mejor rendimiento que la entrega anterior (sobre todo, en consolas), y nos presenta un mundo que es un auténtico
patio de juego, donde todo se mueve de forma fluida y la física funciona de una forma impecable. Además, como novedad tenemos
impactantes fenómenos meteorológicos, como tornados, tormentas, ventiscas... El precio a pagar, no obstante, ha sido tener que
reducir el nivel de detalle en escenarios y modelados, consiguiendo un acabado menos brillante que el de su predecesor en algunas escenas (sobre todo, en distancias cortas). Con todo, preferimos esta opción...
El apartado sonoro es sobresaliente a todas luces, con una buena selección de temas muy movidos, composiciones emocionantes (bien enlazadas con otras mucho más tranquilas) y como protagonista un
sólido doblaje al castellano que hace la experiencia mucho más inmersiva.