A pesar de su origen
videojueguil,
Dragon Quest - The Adventure of Dai nunca había tenido mucha suerte en su adaptación al mundillo. En los años 90 no hubo un videojuego que recopilase las aventuras de
Dai (o Fly, como se le conoció en occidente), y no fue hasta 2019 que el personaje volvió del olvido para convertirse en un personaje controlable en
Jump Force, aprovechando el estreno de la nueva serie animada de 2020. Posteriormente le siguió un arcade con lectura de cartas especiales, solo para Japón, y un juego para móviles (que ya no está activo), por lo que
Infinity Strash es la primera adaptación a consola de la serie, teniendo un valor especial para los fans de la misma.
Desafortunadamente, la adaptación no solo ha llegado tarde, se ha quedado muy a medio gas, tanto en la cantidad de contenido (se recopila más o menos hasta el episodio 41, de los casi 100 de la serie) como en la calidad del mismo. Nos encontramos con un juego de acción un tanto genérico, en el que solo resultan realmente interesantes las batallas contra los enemigos finales, que es lo que aporta más emoción y hacen la experiencia realmente divertida. Una pena, porque con el contenido se podría haber hecho mucho mejor, hemos visto decenas de adaptaciones de manga-anime mucho más redondas.