Ya hemos mencionado de pasada que, a pesar de cumplir con nota en el apartado argumental y desarrollo de la aventura, esta nueva iteración de la saga apenas introduce cambios en su propuesta jugable, unos signos de agotamiento que puede acabar pasándole factura a la franquicia. La
introducción de las supertácticas o las cadenas de tiro a los partidos apenas supone una pequeña puesta a punto del título que sigue funcionando, engancha y deja ganas de más, pero que también deja con la sensación de que podemos y debemos exigir más, especialmente los fans que llevan siguiendo las aventuras de Mark Evans desde el principio.