Para valorar la originalidad de
Hyrule Warriors: La Era del Cataclismo hay que tener en cuenta varias cosas; lo primero - y más importante - es que hablamos de una especie de spin-off ó precuela si apuramos de los acontecimientos de
Breath of The Wild. Recrear ese mundo y adaptarlo a la fórmula
Musou, con grandes batallas masivas, las armas típicas y otras especiales como los báculos elementales, el uso de las habilidades de cada raza... Todo se ha llevado mejor que bien, consiguiendo un resultado francamente estupendo, y haciendo que cada personaje sea único (y muy divertido) de controlar.
El otro gran campo de batalla es la historia, y aquí sí que nos encontramos luces y sombras. En lugar de centrarse en una precuela en sí, se ha añadido una
línea temporal paralela en la que es posible cambiar los hechos que conocemos. Esto lo hace todo un poco más confuso y ciertamente hay una clara propensión al
fanservice, que si bien no es nada malo, tampoco redondea la genial propuesta de
Breath of the Wild. Eso sí, tomándolo como un
What if, los fans pueden disfrutar mucho...