Análisis Horizon Forbidden West: Burning Shores - Si quieres exprimir tu PS5, vete a la playa

Terminar Horizon Forbidden West - Burning Shores nos llevará un mínimo de 7-8 horas de exploración, aventura y combate, aunque el mapeado esconde un montón de secretos, nuevos enemigos y grandes desafíos (es imprescindible empezar la misión tras haber llegado al final del juego, con Aloy a plena potencia), tanto que los más completistas verán duplicada esa duración inicial. El mapeado de Las Costas Ardientes (o Los Ángeles) es además el más bello de la saga, con momentos realmente impresionantes y una recta final que quita el aliento y nos ha dejado con ganas de más...

Por supuesto también tenemos la historia como un gran aliciente, y es que lejos de mandarnos a otra zona por exigencias del guión, la trama evoluciona de una forma muy interesante tras los acontecimientos de Forbidden West, y nos pone tras la pista del soberbio villano de esta expansión, Walter Londra, Zenith padre de la peligrosa inteligencia artificial a la que nos hemos ido enfrentando. La búsqueda de Aloy unirá sus pasos a los de otro personaje muy interesante, Seyka, de la tribu Quen, que será pieza clave en la elaborada trama.

A nivel jugable Burning Shores apuesta por pulir todavía más la exquisita jugabilidad de la entrega anterior, enriqueciendo la exploración con una nueva zona tan bella como peligrosa, presentándonos nuevos y espectaculares combates y añadiendo más acción en el aire. Vamos a encontrar tanto nuevas criaturas (algunas pequeñas, rápidas y letales, otras gigantescas y muy difíciles de abatir) como versiones tuneadas de enemigos que ya conocemos, y todo sigue con el concepto ecosistema que tanto nos gustó en el original.

Por otra parte, la exclusividad con PS5 ha servido para que los desarrolladores tengan más libertad y puedan sorprender al jugador, se elimine parte de la niebla y haya nuevos retos impactantes. Es cierto que no se ha revolucionado a nivel de misiones (siguen abundando las de caza, mensajero o entrar a ruinas para resolver algún puzle ligero), pero momentos como salir buceando de una gruta submarina y darnos de bruces con el cielo nocturno son impagables.

Más evolución que revolución, Horizon Forbidden West - Burning Shores es un excelente DLC que expande todavía más el mundo dominado por las máquinas y explora un poco más algunas de las mejores ideas del juego original, al tiempo que aprovecha el mayor potencial de PS5 para meternos de lleno en nuevas situaciones francamente emocionantes (e inolvidables). La mayor potencia visual y el uso del disco SSD ha permitido más libertad creativa al equipo de desarrollo, y vamos a disfrutarlas durante toda la aventura, desde la existencia de nuevos (y elaborados) refugios de humanos a increíbles batallas cargadas de espectacularidad.

En cuanto a la trama, todo continúa muy organicamente desde el final del juego, es más, lo expande y enriquece desarrollando más - y mejor - el cliffhanger en el que se quedaba la historia. La llegada del nuevo personaje co-protagonista, Seyka, es también un soplo de aire fresco y una contraposición a una Aloy que se ha vuelto más madura y fría; volvemos a tener en nuestro equipo a una chica joven, curiosa y fácilmente impresionable, y vamos a descubrir desde sus ojos cómo ha evolucionado la civilización tal y como la conocíamos...

Visualmente, Horizon Forbidden West - Burning Shores es posiblemente la experiencia más bonita y espectacular que podemos vivir en una PS5 a día de hoy. El ya precioso mundo abierto del original se ve superado por la espectacularidad de la nueva zona casi tropical de las Costas Ardientes, con increíbles volcanes en contraposición a unas playas llenas de vida, y las ruinas de una enorme ciudad. La mejora es clara: menos niebla, nubes volumétricas, más elementos para destruir... Y más libertad para el equipo creativo, que ha dado rienda suelta a su imaginación con un fin de fiesta espectacular en las últimas horas de juego. Es evidente que PS4 lo hubiera pasado muy mal con algunas situaciones (o hubieran sido directamente imposibles), por lo que se justifica la exclusividad en PS5 y se agradece - mucho - el aprovechamiento de funciones como el disco duro SSD.

La banda sonora de Joris de Man, Niels van der Leest, Oleksa Lozowchuk y The Flight sigue funcionando como un reloj y ambientando cada sección del juego (desde la exploración y los puzles a las emocionantes secuencias de acción) de forma francamente espectacular, en un mano a mano con el genial doblaje al castellano del juego. Aquí volvemos a tener a Michelle Jenner como la carismática Aloy acompañada de un elenco de profesionales de primerísima fila. ¡Chapó!