Homefront The Revolution - Una verdadera lástima lo de este FPS

Un juego como éste podría haber estado en otra división. Nos referimos a que si la primera parte (Homefront de Xbox 360 y PS3 del 2011), resultó ser un soplo de aire fresco, con una cuidadísima historia con momentos muy duros y un gran modo multijugador con hasta 32 jugadores simultáneos, no entendemos cómo se han podido alejar de su primera parte para ofrecernos algo tan diferente, y que no tiene absolutamente nada en común (si acaso, la presencia de Corea del Norte en EEUU). La primera hora de juego como decimos, puede llegar a ser muy difícil, incluso frustrante al morir las dos o tres primeras veces con los primeros impactos (personalmente me quedé mirando a la pantalla sin saber qué había ocurrido). Sin embargo, una vez que nos acostumbramos al sistema de juego y opciones, y aprendemos lo que debemos hacer, no tendremos demasiados problemas en hacernos con el control aunque resulte un tanto tosco afectando la jugabilidad. Este tipo de detalles son los que hacen que no nos enganchemos con el juego y que pensemos que es mejor dejarlo, pero si no lo hacemos acabaremos cogiéndole un poco el tranquillo y podemos pasar el rato (qué remedio después de haberse gastado el dinero en él, ¿no?).Si hablamos de la duración, al ser un juego de estructura open world o mundo abierto, aunque no llega a la extensión de los GTA (por ejemplo). Podríamos acabar el juego en unas 10 horas pero dejando mucho sin explorar, sitios que descubrir o parte del juego sin hacer. Si lo queremos hacer al 100%, al menos tendremos que dedicarles unas 20 horas de juego. Aunque hayamos dicho que tiene bastantes cosas negativas, el problema principal de Homefront es que se puede considerar como un juego del montón o de segunda fila, y resulta que es una gran producción que no está terminada ni pulida, lo que nos deja un sabor agridulce pensando en que podría haber estado mucho mejor

A nivel de control, hablamos del típico sistema de control de cualquier FPS, por lo que es batante fácil hacerse con él. Además, recuerda mucho a Crysis en cuanto a opciones de juego, o la personalización de las armas, ya que bebe mucho al haber estado involucrado Crytek en su desarrollo durante mucho tiempo. Sin embargo, contamos con varios problemas a la hora de jugar, algunos por culpa de los problemas técnicos que acarrea el juego, y otros por culpa de que los desarrolladores no han tenido las ideas claras desde el principio. Decimos esto último porque cuando THQ era aún dueña de la licencia, el juego ya llevaba un par de años de desarrollo, después vendió la licencia a Crytek y después fueron los chicos de Dambusters Studios quienes se hicieron cargo del mismo, y todos estos cambios se notan, pareciéndose en algunos momentos a un Crysis, y en otros momentos a un juego raro con escenarios demasiado vacíos y abiertos sin que podamos hacer demasiado en ellos, salvo salir corriendo de una punta a otra (incluso habiendo motocicletas que nos harán llegar antes a cualquier punto pero que preferiremos pasar de ellas porque la experiencia de conducción tampoco es buena...)En cuanto a las misiones a realizar, la segunda parte del juego nos trasmite buenas sensaciones de lo que podría/debería haber sido el juego completo, con una ciudad más cerrada donde la acción transcurre y deberemos ir con sigilo, tendiendo trampas y con un sistema de juego bastante cuidado. Sin embargo, como decimos, el resto del juego está vacío y carente de emociones o de momentos dignos de recordar. Solo algunos enfrentamientos esporádicos con los norcos (la forma de referirse a los norcoreanos por parte de la resistencia) y alguna misión suelta que nos llevará a hacer algo digno de recordar.

Por último decir que el juego no tiene modo multijugador competitivo de ninguna clase (un gran error en el género de los FPS), y cuenta con un modo cooperativo para cuatro jugadores que no tendrá lugar en el modo campaña, si no que cuenta con algunas misiones específicas del mismo estilo que las del modo historia, pero en un menú aparte. Estas resultan ser algo más difíciles, pero quizás aquí es donde está uno de los posibles incentivos del juego, al tener que superar las misiones más complejas.

El problema principal que puede vérsele a Homefront The Revolution, a parte de los problemas técnicos y jugables (que no son pocos), es que bebe de demasiadas fuentes de otros juegos, y curiosamente no bebe nada de su anterior entrega, la cual podría considerarse como un gran juego. Esto hace que pueda considerarse como una mezcla de otros juegos con prácticamente ningún elemento original. Posiblemente, el hecho de ser un juego ambientado en una ciudad ocupada por los norcoreanos sea algo que no se ha visto mucho (de hecho, en la anterior entrega de esta saga), pero ninguno de los otros elementos (personalización de armas, estructura de sandbox, poder reclutar a personas para que te ayuden, misiones repetitivas...) puede resultar innovador. La historia que veremos tampoco es que sea demasiado llamativa, con momentos muy tontos, clichés por todas partes y personajes sin carisma ni personalidad ningunos. Quizás la posibilidad de construos coches teledirigidos con bombas o incluso que puedan hackear terminales a distancia es algo que no se ve todos los días.Por ejemplo, en Homefront original tampoco es que tuviésemos demasiados elementos destacables en la jugabilidad, pero el solo hecho de tener un guión tan crudo y directo escrito por John Milius, quien ayudó a escribir el guión de Apocalypse Now entre otros, le daba al juego un aire mucho más serio y original que cualquier otro juego de la competencia. Sin embargo, aquí se echa de menos todo lo del original, y algo que nos haga pensar que estamos ante otra cosa.

El apartado técnico es que el verdaderamente afecta a todo el juego. Y es una verdadera lástima, ya que Homefront The Revolution una la última versión del CryEngine (el mismo motor que los Crysis, por ejemplo), lo que debería haber sido una garantía. Si vemos imágenes, veremos unos modelos de personajes muy detallados, grandes expresiones faciales y unos grandes efectos de luces y sombras, con un sistema de clima dinámico incluso. Todo esto nos haría pensar que el juego tiene muy buena pinta, y es así hasta que lo vemos en movimiento. Fallos en las animaciones, problemas serios con la inteligencia artificial, detección de colisiones, o incluso modelado de algunos trozos de la ciudad hacen que el juego sea un auténtico desastre, por no contar una física desastrosa que hace que la sensación de disparar sea mala, el comportamiento de cualquier vehículo pésimo o incluso el movimiento del personaje para olvidar. A esto también hay que añadir problemas de latencia en el juego cooperativo y que no encuentre partidas durante minutos, algo que podría ser debido a que haya pocos jugadores conectados (o con el juego), pero también por errores del servidor.Lo único que merecería la pena destacar en el apartado técnico sería el doblaje al español, que no está nada mal y que hacen que algunas escenas mal diseñadas entre personajes del juego tengan cierto sentido, aunque tampoco gusta demasiado escuchar las voces de algunos NPC gritando y diciendo cosas sin sentido, pero ese problema no es del doblaje si no de la propia programación del juego.