A pesar de que estamos en la quinta entrega de este juego, es como si fuese la primera, ya que, no sólo ha cambiado el motor del juego, sino, que ha pasado a manos de otra compañía, que todo hay que decirlo, ha hecho un gran trabajo. Pero vayamos por partes y pongámonos en antecedentes.
Hace ya tres años que la creadora de esta saga cayó en la bancarrota, con lo que
3DO tuvo que vender la compañía al mejor postor, en este caso fue
Ubisoft, quien pasó el testigo de manos de
New World Computing, a
Nivas interactive (donde los primeros han desarrollado las cuatro primeras entregas).
Aunque la mayoría de los seguidores de la saga, se echaron las manos a la cabeza al enterarse que uno de los primeros cambios en el juego sería, el paso al motor en 3D, y ahora viendo el resultado, creo que todos han quedado bastante satisfechos.
Hay que mencionar que
el juego fue retrasado por Nivas, después de un movimiento de protesta por parte de los asiduos al juego, ya que en la cuarta entrega, se cometieron muchos fallos debido a las prisas por publicar el título.
Por primera vez en mucho tiempo, la protesta tuvo sus frutos, y la compañía anunció el retraso de la salida del juego para las mejoras solicitadas por la comunidad. Punto a favor.
Aunque este juego es ya todo un clásico en el mundo del PC, haremos un pequeño resumen para que no se pierda nadie. El juego es una mezcla de estrategia, y rol por turnos. Donde manejaremos a unos caballeros que podrán ir subiendo de experiencia y adquiriendo conocimientos en diversas técnicas, así como poder mejorarlos mediante la adquisición de objetos, todo esto combinado con un desarrollo de una ciudad con multitud de posibilidades, y unos ejércitos personalizados para cada casa.
Nival ha abandonado el camino que marcó
New World Computing, y en el que esta basada toda la saga, incluyendo las aventuras de
Might & Magic (que discurren con una historia muy parecida), donde todo esta relacionado con la guerra entre los
Antiguos, y los reinos de
Erathia,
Natalia y Krewlod. Nival. Dejando de lado esta historia, han preferido centrarse en el culto a los dragones por parte de las casas de
Refugio, Infierno, Necrópolis, Mazmorra, Sylvan y Academia, donde tres de ellas no habían existido hasta ahora (o casi).
Nuestra aventura comienza con una escena cinemática (algo bastante escaso en las anteriores partes, pero que encontraremos a menudo en esta aventura), donde se esta celebrando una boda en el imperio
Griffin, la boda entre
Nicolai (el rey del imperio), e
Isabel (una bella doncella). Al llegar a la mitad de la celebración aparecen unos espíritus malignos al mando del Caos. Mientras
Nicolai lucha contra los enemigos,
Isabel es llevada al palacio de verano para mantenerla a salvo.
Mientras
Nicolai lucha por el imperio
Griffin,
Isabel forma su propio ejercito, para ayudar a su casi esposo. A partir de este punto, la aventura nos lleva por entresijo de historias todas entrelazadas entre sí, donde a lo largo de ésta manejaremos distintas casas, y donde
tendremos que superar un total de 6 campañas, donde cada una tiene 5 misiones.
Historias aparte, contestamos a la pregunta que todos os hacéis desde que empezasteis a leer este análisis.
Sí, el juego mantiene toda su esencia. Pero veámoslo detenidamente.