Mucho más que una peli interactiva - Análisis Heavy Rain

Entrar a valorar una apuesta tan innovadora y emotiva como Heavy Rain no es tarea fácil, ya que si caes embrujado por su excelente puesta en escena y ambientación de novela negra - y creednos, es muy sencillo que te pase - es fácil que olvides que, como casi todo videojuego, arrastra pequeños fallos...

La mecánica de juego se basa en la interacción, bien con objetos comunes (a través de una ingeniosa mecánica que intenta traducir los movimientos normales a acciones del mando, normalmente muy conseguidas) o bien con otros personajes (utilizando un original sistema para decidir nuestras frases y ordenar nuestros pensamientos, que irán cambiando según vaya cambiando el rumbo de la conversación), dejando la exploración de escenarios en un lugar muy secundario; no se trata de buscar objetos y resolver puzles, la aventura avanza con nuestras decisiones y realizando acciones cotidianas. Sólo cuando controlemos a Norman Jayden, agente del FBI con... problemas de adicción... vamos a sentirnos como en una aventura normal. Norman tiene que buscar pistas y examinar los escenarios con una espectacular Interfaz de Realidad Aumentada que nos facilitará enormemente la investigación.

Saltando de piel en piel y de vida en vida controlaremos a 4 personajes clave en el caso del Asesino del Origami, un psicópata asesino de niños que deja como firma figuritas de papel. La trama es tan intensa y está tan bien llevada que la primera partida nos absorberá con facilidad alrededor de 10 horas (2 horas más / 2 horas menos según estemos dispuestos a experimentar y examinar opciones). Después hay un montón de finales alternativos y trofeos que nos invitan a rejugar - no os perdáis nuestra guía para no saltaros ninguna - y, aunque no es lo mismo (la frescura no se mantiene en una segunda iteración) las posibilidades abiertas por decisiones clave son muy interesantes y merecen ser bien investigadas.

A nivel gráfico nos encontramos con un título sobresaliente en todos los aspectos, espectacular en su puesta en escena y en el que lo más brillante es la ambientación y cómo los personajes transmiten al jugador. Desesperación, depresión, lujuria, miedo... Emociones muy humanas virtualmente perfectamente recreadas... Esto, unidos a escenarios casi fotorrealistas, con impresionantes efectos (iluminación, agua) y un cuidado al detalle impresionante (incluyendo hasta auténtica programación para las televisiones que encontraremos repartidas por la aventura).
Eso sí, el juego no está exento de bugs puntuales: screen tearing, carga de texturas en pantalla (con un efecto raro), desincronización de voz y acción... Esto sería fácilmente perdonable en cualquier título de acción, pero en Heavy Rain somos tanto espectadores como jugadores... Y el efecto es similar al de encontrar en una peli de época un romano con un reloj de muñeca.

El apartado sonoro... alucinante. Desde el doblaje con actores reales - Tito Valverde y Luis Bajo bordan sus respectivos papeles - a la preciosa banda sonora (merece la pena la edición coleccionista sólo por hacernos con ella) pasando por unos FX brillantes. El sonido de la lluvia también provoca sensaciones inolvidables.

Aunque la aventura no es excesivamente larga - la primera iteración nos llevará 8-10 horas, según nuestras ganas de experimentar - Heavy Rain es tremendamente inmersivo, y recompensa con creces al jugador cuando sus decisiones realmente influyen en el desarrollo, haciéndolo bastante rejugable. Aunque el juego pierda fuerza una vez resuelto el misterio principal da para 2-3 iteraciones completas más probando distintas posiblidades. Si queremos conseguir los 18 finales sin guías, las horas se multiplican...

Si bien hay que reconocer que en Quantic Dream han querido innovar y apostar por un sistema de control distinto, la mecánica es una montaña rusa: hay momentos en los que funciona muy bien, es intuitiva e inmersiva... Y otros en los que las acciones son demasiado tontas y suponen un engorro, o el sensor del Six-Axis no funciona bien y fracasamos (y no hay forma de repetir determinados eventos sin volver a cargar). El movimiento de los personajes (al estilo Resident Evil, con un botón pulsado para andar) puede resultar un poco antinatural.

Desde que levantes a Ethan de su cama hasta que alcances uno de los impactantes finales del juego vas a estar viviendo una experiencia única no sólo en el catálogo de PS3, también en el mundo del videojuego. Esta vuelta de tuerca sobre el concepto de aventura gráfica o película interactiva no dejará indiferente a nadie, sobre todo cuando veamos cómo impactan nuestras decisiones en el desarrollo del juego (aspecto que, si bien no está del todo aprovechado, resulta demoledor cuando funciona). Un título único

Sobresaliente a nivel gráfico, los puntos más destacables del juego son el modelado de los personajes, el nivel de detalle de los escenarios y una ambientación IN-CRE-Í-BLE. Los peros vienen con fallos puntuales del motor gráfico, determinados detalles de la animación y el movimiento, que hacen parecer a los personajes (especialmente los secundarios) un poco robóticos - la falta de vida en los ojos está entre ellos - y una clara falta de interacción con determinados escenarios. La banda sonora es estupenda (merece la pena conseguirla) y el doblaje es una auténtica maravilla, disparando la inmersión del jugador.