Heavenly Sword ? Análisis PS3

Sólo recomendable para los fanáticos de los hack?n slash o juego de espadas. Deseamos ver la segunda parte y comprobar lo que en realidad debería haber sido esta primera.

Leyendo la parte inicial del análisis se puede averiguar qué clase de juego nos encontraremos en este título para PS3. Viendo sus imágenes, cabe esperar un título espectacular en muchos sentidos, sobretodo a nivel técnico, entre otras cosas porque Sony se ha encargado de mostrarnos a bombo y platillo toda la realización técnica que hay detrás de este título en prensa y televisión (anuncios, reportajes,...) y cómo sus responsables, los chicos de Ninja Theory, se han volcado en detalles como los grandiosos escenarios (eso sí, dignos de admirar), la animación de los personajes o las interpretaciones de estos (absolutamente fabulosas) cuyo máximo responsable ha sido el conocido actor Andy Serkis (Gollum y Smeagol en la trilogía de El Señor de los Anillos). Todo esto está muy bien si detrás hay algo más, pero que en el caso de Heavenly Sword no es así.

La mayoría de las fases tiene idéntico desarrollo. Al comienzo del juego aprendes a controlar al personaje y sus movimientos y de ahí hasta el final no hay absolutamente nada nuevo, a pesar de que el juego desbloquee nuevos combos de forma automática a medida que eliminamos a muchos personajes a la vez. Un nuevo movimiento nos debería permitir hacer algo distinto con el personaje, y no simplemente otro efecto gráfico y animado con la misma conclusión que los anteriores. Lo que es sin duda peor que todo esto es que transcurridas las tres primeras horas de juego, uno tenga la sensación de estar ante un juego inacabado, lo que acaba demostrándose en las siguientes horas sucesivas hasta su conclusión.. Para empezar, cualquier jugador podría acabarse este Heavenly Sword sin excesivas complicaciones en alrededor de seis horas, y eso como mucho si no nos quedamos atrancados en ninguna parte, lo que es muy frustrante para alguien que se gasta sesenta euros en un juego (no tiene modo multijugador, online, cooperativo, ...). Pero esto no es lo peor, ya que la mayoría de los escenarios se repiten en pantalla cuando menos dos veces, llegando hasta cuatro en ciertas ocasiones, lo que hace que se pierda todo el factor sorpresa que unos gráficos tan bonitos causan en todo jugador. Lo que ya resulta el colmo es que el enfrentamiento con el enemigo final sea un cúmulo de desaciertos aún mayores que todo esto, con tres asaltos en los mismos escenarios que ya habíamos visto otras tres veces, una bajada de frames absurda que lleva hasta la ralentización en su mayor parte, una cámara que se mueve intentando enfocar la acción pero no consiguiéndolo por ir ralentizada y, lo que resulta hilarante, algunos bugs de esta que a veces enfocan al aire dejando a los personajes principales fuera de escena, con nuestra correspondiente muerte y nuevo comienzo de este asalto. Debemos suponer que pronto veremos un parche que solucione alguno de estos problemas, pero aún así esta no es la forma en la que se deben hacer las cosas ni mucho menos, ya que acaba desluciendo un apartado técnico de lujo que si bien es lo más espectacular que hemos visto en cualquier consola a día de hoy, se rompe en mil pedazos ante tal despropósito.

Podríamos seguir diciendo cosas para concluir que es un título cuyo proceso de desarrollo no ha sido finalizado, como que algunas fases nos propongan realizar algún tipo de acción en concreto que luego no se vuelve a pedir y que podrían dar mucho juego, como por ejemplo una en la que controlamos a Kai y debemos disparar nuestras flechas e intentar que estas pasen por una lámpara de fuego para que se prendan y golpeen en barriles de pólvora. Y es que tal como están hechas algunas fases, lo más lógico es pensar que podríamos ver algunas fases extras en las que combinar distintas cosas que ya hemos controlado, prolongando su vida algunas horas más de una forma muy fácil. También con Nariko vemos algunas cosas que parecen pruebas inacabadas realizadas por los desarrolladores en lugar de fases de juego, como por ejemplo la forma de abrir ciertas puertas utilizando el lanzamiento de discos en el modo bala especial sin ningún tipo de dificultad.

Aunque pueda parecer absurdo, deseamos sinceramente que este título tenga mucho éxito de ventas por muchos motivos. Lo más difícil para una compañía que prácticamente acaba de nacer (lleva en su haber dos títulos contando con éste) es desarrollar una tecnología para poder crear sus próximas obras y con el trabajo realizado en Heavenly Sword tendrían un futuro más que brillante si deciden seguir por este camino. Con todo este esfuerzo, la experiencia en su desarrollo y el apoyo de Sony Computer Entertainment a sus espaldas, deberían poder desarrollar una secuela de este título creando lo que en realidad tendría que haber sido esta primera parte. Sólo ha sido cuestión de tiempo (el juego necesitaba mucho más) y mala suerte (el lanzamiento de un título muy fuerte de la competencia una semana después) para que esta compañía no haya podido hacer lo que tendríamos que tener en nuestras manos ahora mismo. Una verdadera pena.