La perspectiva utilizada no es muy común hoy en día para los shooters, y al menos hay que agradecer que Hatred utilice algo distinto. Sin embargo, la perspectiva hacer que sea más difícil de controlar el personaje y lo que podemos hacer con él. El hecho de ofrecer casi primeros planos de las ejecuciones en tiempo real tampoco lo habíamos visto demasiado (no comparar con Mortal Kombat, donde el juego casi en todo momento es primer plano), y su estética en blanco y negro todavía (afortunadamente) no está demasiado explotada. Como hemos dicho, su principal problema reside en la jugabilidad, y aquí tampoco encontramos nada que no se haya visto antes, pero si acabas acostumbrándote al control da bastante juego. Creemos que Hatred es el primer videojuego que existe en el que la violencia en estado puro sin excusa de ningún tipo es lo más llamativo, y eso también llama la atención.