Aunque
Konami haya obviado el nombre de su franquicia
shoot'em up (quizá para estudiar cómo respondían los fans a este cambio de rumbo), unos pocos minutos jugando a
Hard Corps: Uprising nos traerán inevitablemente recuerdos de la franquicia
Contra; y es que
Arc System Works (Guilty Gear, BlazBlue) ha sabido cómo evolucionar la mecánica de juego clásica y presentarnos algo
nuevo con los mejores elementos de
Contra / Probotector.
El punto más conflictivo que vamos a encontrar en
Hard Corps: Uprising - y que puede dividir a la comunidad de jugadores - es su dificultad; y es que
es muy normal que con los 3 continúes iniciales no consigamos ni pasar de la primera fase (juguemos solos o acompañados), y uno ya empieza a pensar en trucos para continues infinitos (que los hay)... Pero esto es un desafío que se va solucionando partida a partida, gracias a una ingeniosa mecánica con toques
roleros
- El modo Rising va recompensando al jugador con puntos que le permiten mejorar al personaje. Los puntos que ganemos aquí nos van a permitir comprar mejoras
tanto defensivas como ofensivas; podemos aumentar el número de impactos que resiste el personaje, sumar más vidas (haciendo más sencillo avanzar, aunque los
checkpoints siguen siendo escasos), tener más continúes y aprender nuevos movimientos que hacen más difícil que nos golpeen... También podemos mejorar la potencia inicial de las armas para hacer a nuestros personajes mucho más poderosos. De esta forma es mucho más sencillo pasar de nivel, y una vez lo hagamos
desbloquearemos el nuevo nivel para empezar desde ahí siempre que queramos; así,
avanzar es complicado, pero ni mucho menos imposible. Completar las 8 fases nos llevará 8 horas (o más) en nuestro primer intento, aunque luego podremos volver a hacerlo en poco más de 2...
- El modo arcade queda para los que realmente disfrutan de los retos, y quieren esforzarse al máximo intentando conquistar el juego sin ayudas de ningún tipo; sólo su habilidad, ingenio y reflejos. Un desafío que no está a la altura de todo el mundo. Y si ya queremos una buena calificación al terminar la fase... Tenemos que hacernos con la mecánica del
multiplicador de combos, y encadenar tantas muertes seguidas como sea posible.
Aunque la experiencia central del juego es suficiente para mantenernos entretenidos un buen montón de horas (con una excelente relación calidad-precio, si tenemos en cuenta que es un título descargable)
no hubieran sobrado algunos modos extra como contrarreloj o supervivencia, o desafíos concretos estilo
Combat School de Metal Slug... Sería una buena idea para apuntar de cara a una secuela.
El control, como en todos los arcades clásicos, es fácil e intuitivo: disparo, salto (doble y con
dash/embestida accesible desde el principio), cambio de arma (podemos llevar hasta 2 especiales, aunque inicialmente perderemos un arma con un sólo impacto) y
acciónes especial (como reflectar balas), que iremos aprendiendo conforme avanzamos en la aventura. También tenemos 2 movimientos inicialmente bastante poco útiles, pero que en determinadas ocasiones nos salvarán la vida: la opción de mantener el disparo fijo mientras nos movemos nosotros (enemigos que nos persiguen) y la opción de mantener la posición fija para disparar con precisión (plataformas móviles).
Los
power-ups para las armas también merecen mención especial, ya que se
potencian cuando cogemos 2 del mismo tipo (y con 3 se hacen todavía más fuertes); eso sí, cuando tengamos nuestra favorita podremos invertir puntos para tenerla siempre disponible en el modo
Rising.
La guinda del pastel
Uprising es el
modo cooperativo, tanto en partidas locales como jugando a través de Xbox Live / Playstation Network; jugando a dobles la dificultad se hace mucho más accesible y podemos aprender trucos y nuevas estrategias de otros usuarios... O divertirnos un rato picándonos con nuestros amigos.