El punto más flojo del juego sin duda es su originalidad, porque no se ha intentado hacer nada que no exista, ni nada no visto hasta ahora. De hecho, en muchas compañías de desarrollo de videojuegos se ve un patrón realmente curioso que todas siguen a rajatabla, que es que cuando su saga de juegos comienza a caer un poco en la monotonía, lo pasan a mundo abierto, y así pueden decir que es algo muy original no visto hasta la fecha. Como también se ha comentado,
Halo Infinite es un juego de mundo abierto que no da la sensación de ser de mundo abierto, sino más bien una evolución de Halo 1, donde las fases al aire libre eran grandes, y a parte, contaba con muchas fases de interior. Pues Infinite es igual, pero las fases al aire libre son mucho más grandes y con diferentes objetivos a cumplir, principales y secundarios, y también cuenta con fases lineales de interior similares a las vistas en todos los juegos anteriores de la saga, con esas enormes estructuras Forerunner y enfrentamientos contra algunos de los jefes finales a los que hay que enfrentarse.
Se podría decir que el cambio a mundo abierto le ha sentado muy bien, pero quizás lo más original de todo el planteamiento esté en lo más intrínseco del juego, como son sus armas, los gadgets del Jefe Maestro (especialmente el gancho), o los enemigos a los que nos vamos a enfrentar, muchos de ellos rescatados de anteriores juegos, otros sacados de Destiny 2 (o lo parecen), y algunos originales no vistos hasta ahora, a los que también se les podía haber dado mucho más peso, más enfrentamientos contra ellos, y más historia de fondo o lore, que nos contaran de donde vienen o sus verdaderos objetivos.
El resto de elementos son realmente parecidos a cualquier otro juego de la saga, y por ende a cualquier otro FPS del mercado, especialmente como digo de mundo abierto. Bases que conquistar para poder tener viajes rápidos, enemigos duros en ciertas zonas que desbloquean armas especiales, o cientos de coleccionables repartidos por todos lados que nos van a mantener entretenidos muchas horas incluso después de terminar la campaña principal. En el multijugador, tres cuartos de lo mismo, y la verdad es que en este sentido no me parece mal en absoluto. Venimos de una entrega bastante pobre, que le ha hecho mucho daño a la franquicia Halo y a su principal protagonista, el Jefe Maestro, y el multijugador se salvaba ligeramente por algunos elementos, por lo que
hacer algo sencillo, que guste a la mayor parte de fans posibles, y además hacerlo gratis para todos los jugadores, es una forma de volver a atraer a todo ese público que se ha ido yendo con el paso de los años. En conjunto, creo que este puede ser un buen punto de partida para próximas entregas que la saga, que espero sinceramente que no tarden tanto en llegar, pero sí hay que pedirle mucho más a nivel de originalidad, porque además se pueden hacer muchas cosas que le aporten, como añadir diferentes trajes para el Jefe con diferentes condiciones, incluso volar o planear en ciertas condiciones especiales, diferentes gadgets con más utilidad que los creados para esta entrega, mejoras en las armas, o un árbol de habilidades que nos permita especializar al Jefe de una forma más concreta. Se pueden añadir muchos más elementos que enriquezcan la narrativa y las mecánicas de juego sin tener que innovar nada, pero que permitirían también un juego con más opciones, más enemigos, más situaciones diferentes, tener que disparar a diferentes objetivos en un cierto momento mientras combatimos contra ciertos enemigos. No hace falta inventar la rueda, pero sí que no sea tan lineal ni típico, y que pueda sorprender a cada paso. Como punto de partida, Halo Infinite está muy bien, así que ahora hay que hacerlo crecer.