Tras el bien valorado juego de
Wii,
EA llega pisando fuerte al mundo del tenis virtual con Grand Slam Tennis, que incluye los 4 Grand Slam en exclusiva (Abierto de Australia, Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos) y más de una veintena de tenistas de lo mejorcito del ranking mundial y leyendas de este deporte. El juego se presenta con un sólido acabado técnico, un nuevo tipo de control, modo online... ¿Qué podría salir mal? Bueno, hay fallitos importantes que se han ido encadenando y
han dejado el título un escalón por debajo de los grandes del género.
La mayor novedad, el
Total Racquet - jugar sólo con los 2 analógicos, uno para mover al tenista y otro para controlar su raqueta -
requiere grandes dosis de paciencia y entrenamiento si queremos exprimir la mecánica de juego, ya que los distintos tipos de golpes no son demasiado intuitivos; en un tipo de revés llevar el mando en la dirección que queremos rápidamente equivale a un golpe fuerte, mientras que en otro tipo puede ser justo al contrario, hay que hacerlo lentamente o dejar cargada la palanca... Tras dedicarle varias horas al entrenamiento y al modo carrera
a nosotros no ha terminado de convencernos, aunque sí que se reconoce un interesante potencial...
Para los que no quieran experimentos siempre está la
opción clásica de jugar con la palanca y botones (cada uno asignado a un tipo de tiros: liftados, cortados, globos...), pero tampoco termina de funcionar demasiado bien. Hay momentos en los que el personaje se queda
vendido sin hacer nada, en otros la pelota va hacia donde no queremos, y
es mucho más fácil darse cuenta de que los golpes y efectos están completamente programados. Nunca hemos jugado a un título donde haya tan pocos tiros
fuera o a
la red, y en el modo entrenamiento uno se da cuenta que sus golpes tienden a ir siempre al mismo sitio...
Si tenemos PS3 y queremos
otra opción de juego podemos tirar de Move (
Kinect se ha quedado fuera), y hay que destacar
que pese a no ser perfecto, Grand Slam Tennis 2 es el juego de tenis que mejor aprovecha el periférico; el control responde relativamente bien (hay fallos puntuales, pero en general la experiencia es divertida), y además tenemos
la opción de jugar con o sin navegator, moviéndonos automáticamente o controlando nosotros el movimiento del tenista. Para jugar a alto nivel o con jugadores que tengan un mando es complicado, pero es bastante divertido e inmersivo para disfrutar de partidas rápidas.
Con el control cojeando, es fácil que el resto de opciones no terminen de deslumbrarnos; además, el modo
carrera es demasiado corto en opciones y su dificultad está descompensada, ya que va creciendo temporada tras temporada y es muy fácil subir en el ranking y ganar todos los encuentros en nuestros primeros
años (podemos destrozar a los mejores tenistas del mundo sin muchas complicaciones), pero resulta muy complicado mantenerse y en los años posteriores la dificultad se dispara. Si queremos tirar del versus
es casi mejor hacerlo del online, ya que cuando cojamos cierta soltura un jugador
novato es una presa muy fácil.
A nivel técnico
el título es muy aparente y bastante espectacular, pero cuando profundizamos se echan de menos más animaciones exclusivas para los distintos tenistas que le den personalidad a cada uno, más tipos de pista (las que hay están muy detalladas, pero pueden acabar cansando rápido) y más opciones para el editor de personajes. En el apartado sonoro las melodías se limitan a ambientar, y aunque resulta
un puntazo tener a John McEnroe y Pat Cash como comentaristas, pero es una pena no contar con ninguna voz española o subtítulos para los comentarios. Al menos
el modo online es fluido y muy espectacular, y estamos recibiendo en todo momento los resultados de los distintos partidos que se van celebrando.