Probablemente el punto más flojo de
Gran Turismo 7 esté en su capacidad para asombrar al jugador, o sorprender a los veteranos de la saga. Con 25 años a sus espaldas - desde su primera aparición en la veterana Playstation, allá por 1997 - la alianza de
Polyphony y
Sony nos ha dado algunos de los mejores capítulos en la historia de la conducción virtual. Tras el paréntesis refrescante de
Gran Turismo Sport (la única entrega disponible en PS4) este séptimo episodio supone una vuelta a los orígenes, incluyendo una enorme campaña en el modo para un jugador, y los modos más celebrados por los fans, desde la
Escuela de Conducción al
GT Sports, pasando por las opciones de tuneo, el concesionario de coches, los Campeonatos, Eventos Especiales...
Más allá del salto gráfico - especialmente visible en PS5 - la mayor innovación está en el
DualSense y su uso para transmitirnos diferentes sensaciones según el vehículo y el lugar de conducción, con una respuesta impecable (y bastante alucinante). Es, sin duda, el juego que mejor aprovecha esta función... Esto, unido a su claro enfoque de simulador y a la enorme cantidad de contenido histórico al que podemos acceder durante el juego (mostrando la evolución de los vehículos y la conducción desde la invención del automóvil) son los elementos que más identidad le dan a esta entrega.