Gotham Knights parte de una buena idea que no llega a desarrollarse nunca del todo; vaya por delante que dejar a
Batman a un lado para poder ahondar en la
Bat-Familia nos parece muy buena idea, y que cambiar un poco la orientación jugable desde los brillantes
Arkham - por un mundo más abierto, acción cooperativa, más elementos
roleros... - es una apuesta interesante y arriesgada. El problema es que ninguno de los puntos mencionados consiguen desarrollarse del todo; la historia y los personajes, aunque tienen sus momentos brillantes y
regalitos para los fans de la saga, no consiguen una experiencia realmente impactante. Y sobre las mecánicas, las ideas no terminan de funcionar de forma satisfactoria en la práctica.
Mención especial merecen los jefes, y sobre todo, el Tribunal de los Búhos, una de las mejores sagas en las historias
recientes del hombre-murciélago, que se quedan a medio cocinar en su inclusión. Si en juegos anteriores de
Batman hemos vivido batallas memorables, aquí se quedan simplemente en
satisfactorias, y es una pena, porque hay un potencial enorme que no termina de explotarse.