El sistema de juego de
Fire Emblem Heroes es tremendamente simple. Contamos con cuatro personajes para mover en los mapas, y tenemos que usar sus fortalezas para atacar a enemigos que sean débiles contra ellos, al tiempo que intentamos evitar que otros acaben con ellos. Sin muerte permanente y simplificado, el sistema es muy intuitivo e ideal para partidas rápidas.
¿El problema? Que ocasionalmente hay picos de dificultad que rompen este ritmo, apareciendo personajes casi inmunes contra todo nuestro equipo, que suben enormemente la dificultad y nos obligan a buscar mejoras, tener que
levear o a
hacer trampas (utilizando una resurrección sacada de la manga) para poder avanzar.