A nivel jugable considero casi todos los elementos de este remake se han tratado de una forma muy acertada, como por el ejemplo
el cambio de sistema de combate y que a pesar de ser en tiempo real añade el suficiente elemento táctico en su desarrollo para que cualquier enfrentamiento sea un reto. Esto es así gracias a las vulnerabilidades de cada enemigo, sus diferentes comportamientos y resistencias o las características de cada uno de nuestros personajes que tendremos que ir combinando según al enemigo al que nos enfrentemos. Nos vamos a encontrar combates realmente épicos, e incluso esos pequeños enfrentamientos en los que otros JRPGs son muy tediosos porque son tan débiles que todo lo que tenemos que hacer es aporrear un botón para atacar a cualquier enemigo, y eso que estos juegos son por turnos. Aquí no pasa nada de eso, y es un acierto. A la hora de controlarlo son dos botones, uno para el ataque normal y otro para hacer algo especial, y cada personaje tiene sus propias características que tenemos que usar y combinar dependiendo del enemigo.
Puede que este remake sea una mezcla de juegos de la compañía que es lo que muchos no querían, pero es que ya lo era antes en su original, solo que no todos habían jugado a estos (como Final Fantasy VI o Chrono Trigger, por ejemplo). Ahora, y gracias a la potencia de las consolas actuales, podemos jugar a lo que sería una versión cinemática de un juego de 1997 en el que casi cualquier diálogo que vamos a tener con cualquier persona está narrado y tiene una interpretación por parte de sus personajes, y esto hace que
tengamos muchas escenas cinemáticas, a veces quizás demasiado parando mucho la acción o la exploración. También hemos visto la reutilizacion de muchos escenarios a la hora de hacer misiones secundarios, o incluso en la trama principal donde visitaremos varias veces el mismo sitio en diferentes momentos del juego, quizás en un intento por estirar la vida de esta primera parte. No es que sea demasiado molesto pero sabiendo que no tenemos el juego completo y además teniendo la sensación de que se puede sacar más cambiando algunas cosas, se nos queda un tanto cortito.
Su desarrollo es bastante lineal, y esto no es malo en absoluto por querer contarnos una historia y que la vivamos de la misma forma que fue concebida en su momento. Sin embargo, en bastantes ocasiones nos limita el movimiento incluso en zonas donde sí que podemos movernos por más direcciones solo con el objetivo de que hagamos lo que el juego quiere, y es algo que puede llegar incluso a ser frustrante en momentos concretos, ya que vemos dos caminos y en uno hay un objeto que queremos coger y no podemos porque el juego nos lo prohíbe con una señal y girando al personaje. Esto podría haber dado pie a más historias secundarias o incluso una mayor narrativa entre personajes, pero hubiesen supuesto más horas de desarrollo que es algo que no están demasiado dispuestos por su enorme coste actual.