Cuando
Square Enix creó su
Fantasía Final lo hizo a la imagen y semejanza de los superventas roleros de la época, como un título sin demasiada profundidad argumental y con personajes (en las primeras entregas, sin nombre siquiera) que eran meras marionetas de la historia. Eso continuó hasta
la cuarta entrega, que sentó los cimientos de la franquicia que hoy conocemos todos. Final Fantasy IV se presenta como una historia épicapersonajes bien definidos, mejor presentados y con pasiones muy humanas, como el amor, los celos, la lealdad, el honor?
El sistema de combate está basado en los típicos turnos de la saga; eso sí, aquí se ha enriquecido la mecánica de juego
con los turnos activos, una de las claves del original de
Snes: los enemigos nos atacarán cada cierto tiempo, no esperarán a que terminemos nuestra estrategia? por lo que es clave tenerla lista en tiempo real. Pensando en facilitarnos el camino
se han incluido un atajo para los ataques y magias más comunes de cada personaje, lo que nos ahorrará tiempo y quebraderos de cabeza. Y si no nos acostumbramos,
siempre podemos volver al sistema de turnos tradicionales.
Otro de los puntos geniales de este remake es
cómo el juego nos recompensa por explorar; explorar el 100% de un mapa de mazmorra llevará implícito un premio que va en función de la dificultad de la misma. Una forma inteligente de incentivar a los jugadores completistas, y hacer más rejugable la aventura.
Como salta a la vista, el paso a DS ha venido acompañado de una clara evolución gráfica; si con el remake la tercera entrega
Square Enix consiguió crear uno de los títulos 3D más sólidos de la portátil,
este Final Fantasy IV es aún más espectacular; basta fijarse el nivel de detalle de los personajes, en la recreación de las ciudades o en los modelados 3D para ver una clara mejora.
Uno de los pocos
peros que podemos encontrarle al juego es que
tras el remake de la tercera entrega ha perdido capacidad para sorprender al jugador, a pesar de que a efectos prácticos incorpora más mejoras y extras que la entrega anterior. Un ejemplo - más - es la aparición de
Whyt,
una invocación personalizable que irá subiendo su poder mientras más lo entrenemos. ¿Y cuál es la major forma de hacerlo? Pues a través de
distintos minijuegos táctiles, que van desde las matemáticas hasta el lanzamiento de
shurikens. Eso sí, no todos son buenas noticias,
y es que para este remake Square Enix se ha olvidado del modo Wi-Fi, que si bien no hacía falta podría haberse aprovechado para hacer más interactiva la experiencia: el coleccionismo, la comunicación con otros jugadores...
La experiencia se rendondea con una estupenda traducción al castellano sobre el renovado texto inglés (más rico, claro y adulto). Sólo se quedan sin doblar las secuencias (que aparecen subtituladas al castellano), pero dada la calidad del original (y escasa cantidad de estas secuencias) valoramos el resultado de la localización con un sobresaliente.