Los usuarios de Nintendo DS deben sentirse muy afortunados. Es, posiblemente, el único soporte existente en el mercado capaz de aunar a una gran cantidad de desarrolladores que de otra forma sólo realizarían títulos para ciertas consolas específicas. Y de esta forma, una enorme cantidad de títulos de las más importantes franquicias están viendo su aparición en la pequeña gran portátil de dos pantallas, como es el caso que ahora nos ocupa,
Final Fantasy III, un juego que llega por primera vez al mercado europeo con un aspecto renovado y muy mejorado con respecto al original. A pesar de ser un título revisado de la consola de 8 bits de Nintendo, el resultado es francamente bueno, y lo que es mejor aún, resulta el nexo de unión que separa los dos primeros juegos aparecidos de esta saga con el primero que aparición en Super Nintendo, Final Fantasy IV. En Final Fantasy III, encontramos una gran cantidad de elementos imprescindibles en todo buen juego de rol, como son buena historia, momentos dramáticos, un desarrollo muy dinámico y variado así como una gran cantidad de personajes, enemigos y situaciones que harán que estemos pegados a la pantalla de nuestra portátil durante muchas horas. Quizás, lo más importante de esta primera entrega para DS sea la posibilidad que brinda a los fans de la saga de poder disfrutar de este juego que no llegase a nuestras fronteras en su formato original, y sobretodo ofrecernos la ocasión de ver cómo evolucionó esta franquicia.
La historia nos traslada a una tierra donde cuatro jóvenes son elegidos para restaurar el equilibrio entre la luz y la oscuridad (la clásica lucha entre el bien y el mal), el cual ha sido amenazado después de que un gran terremoto se tragase a los cuatro cristales de poder que se encargaban de mantenerla. Con dicho fin, montamos un grupo de cuatro personajes (los elegidos por los cristales) que se encargarán de recorrer todo el mapa hasta liberar a los cristales de sus respectivas amenazas y conseguir llevar a la paz al reino. Como en todo clásico juego de rol, la historia se va desarrollando mediante la exploración del terreno, la realización de misiones que se nos van encomendando y la consiguiente subida de experiencia que nos aportará mayor fuerza, más objetos, armas y armaduras así como un mayor poder mágico para combatir contra los enemigos cada vez más duros.
Y es aquí donde se encuentra el principal problema del juego; Final Fantasy III para Nintendo DS es una revisión de un juego de rol para una consola (NES) que aunque en su momento fuera una auténtica revolución en el mundo del entretenimiento electrónico, hoy en día no es más que un hardware muy limitado en características técnicas, tanto por los cartuchos que contenían el juego como por la propia memoria de la consola.
A esto hay que añadir además que estamos ante uno de los primeros juegos de rol de estilo japonés de la historia, aunque fuese uno de los últimos cartuchos en aparecer para esta consola, lo que significa que la experiencia de sus desarrolladores (los denominados por aquel entonces
Square) les llevó a desarrollar un juego algo más complejo que sus dos intentos anteriores, pero no lo suficiente para lo que hoy en día sería exigible en un título de estas características. Dos son los ejemplos más claros que se vemos durante su desarrollo. Por un lado, la historia que tiene lugar carece de la profundidad necesaria, es decir, llegamos a una nueva zona, hablamos con los personajes, se nos encomienda una misión, y tras realizarla pasamos a la siguiente, con lo que prácticamente no nos da tiempo a sentir la más mínima emoción por lo que va aconteciendo, sus personajes o sus problemas, ya que no se desarrollan lo más mínimo, ni siquiera cuando ocurren hechos dramáticos que tienen lugar. A esto hay que añadir los pequeños mapas del juego, como los calabozos que visitaremos y que se quedan cortos con respecto a cualquier otro juego de rol de la actualidad reciente, bastante pequeños, con pocas habitaciones, y totalmente lineales, debido también a la limitación que en su momento tenía NES y que ha sido heredada para esta versión.