Supera en todo a la primera parte, aún siendo igual que la primera parte
Había muchas ideas que apuntaban al primer FEAR, lanzado en 2005, como uno de los mejores shooters en primera persona del mercado por su original mezcla de survival horror con FPS, pero el resultado final distó bastante de esto. Los ´sustos´ no eran tales y estaban mal puestos, el apartado técnico quedaba muy por detrás de lo que ya había en el mercado, el sistema de juego nos hacía repetir una y otra vez lo mismo hasta la saciedad, el final era soso y aburrido, había pocos enemigos, o el tiempo bala no funcionaba. Aún así, muchas publicaciones lo aclamaron como una verdadera joya (¿dinero de por medio?), las mismas que se han atrevido a mandar al ostracismo a FEAR 2, segunda parte aparecida en 2009 (¿falta de dinero de por medio?) de forma bastante injusta. Y es que F.E.A.R 2 es todo lo que tenía que haber sido la primera parte, cogiendo lo que funcionaba del uno y mejorándolo, y rehaciendo aquellos elementos de la fórmula que fallaban estrepitosamente.
En este caso tenemos una mayor variedad en las armas a nuestra disposición y un mejor uso de ellas, una enorme cantidad de enemigos con distintos tipos de comportamientos, el uso del tiempo bala que, aún sin hacerse necesario, sí que nos sacará de más de un apuro, gran variedad en el desarrollo que nos hará sentirnos enganchados hasta terminarlo, y unos sustos que están muy bien diseñados y que, en más de una ocasión, nos harán pegar un bote del asiento. También a destacar está la IA enemiga, que en el primer FEAR resultaba ser lo mejor del juego y que aquí se ha visto incluso mejorada, aunque no sea tan espectacular, y es que en el primero escuchábamos como los enemigos se hablaban entre ellos diciéndonos lo que iban a hacer (no muy inteligente de su parte, pero tremendamente efectista), y ahora, no hablan entre si y actúan de forma más coherente. Uno de nuestros mayores temores era el hecho de tener misiones del tipo mecha o manejo de robots gigantes en medio del juego, pero resulta que están perfectamente integradas, ya que desde casi el principio los vemos andando a nuestro alrededor, en una misión tendremos que esquivarlo de forma ardua, y en otra más adelante tendremos que acabar con uno, con lo que en el momento de tomar el control del primero de ellos resulta gratificante (y, de paso, muy fácil de controlar y divertido al resultar tremendamente poderoso), siendo estas fases como el interludio de otras de mayor acción.
Hablando de acción e intensidad, hemos visto algunas de las misiones que son realmente espectaculares. Podríamos poner como ejemplo la zona del colegio, donde nuestro protagonista se tendrá que enfrentar a entidades sobrenaturales en una escuela, que, en cierto momento, se queda totalmente a oscuras, con mesas, sillas y taquillas moviéndose a nuestro alrededor. Y es que parece que han aprendido de su error y han cogido gran parte de la experiencia adquirida con Condemned: Criminal Origins, otro título desarrollado por este equipo meses después del primer FEAR, ya que vemos ciertas situaciones, entornos y enemigos que parecen sacados directamente del título publicado por SEGA. Esto es muy bueno, al menos de forma inicial, aunque eso sí, también tiene su punto negativo? y es que ¿Dónde están los elementos originales?
El gran problema que le vemos a este F.E.A.R. 2: Project Origin es que es todo lo que tenía que haber sido el primero en todos los aspectos, pero cogiendo el primero y corrigiendo todos sus fallos. Es decir, algunas de las situaciones y mapas nos parecerán calcados de la primera parte (o en su defecto, de Condemned), y esto nos hará preguntarnos si estamos ante algún ´deja vu´, a lo que hay que añadir algunos enemigos y armas también, con lo que esta sensación se agudizará aún más. Y es que parece como si sus desarrolladores se hubiesen esforzado en arreglar los fallos del primero, intentando dejar su esencia intacta, y de buena fe que lo han conseguido aunque para ello haya tenido que sacrificar la innovación. Aún así, no hay muchos títulos que combinen survival horror con FPS, elementos de juegos de mechas, el tiempo bala y esta gran cantidad de enemigos, algunos de los cuales sí que son originales (uno en particular que no puede morir y que nos planteará un par de situaciones de auténtica tensión). Otro problema, aunque mucho menor y al que ya estamos acostumbrados, es la excesiva linealidad del juego, y es que sólo tendremos que avanzar hacia delante por los pasillos abiertos que tenemos (en muchas ocasiones hay habitaciones a los lados, pero están cerradas o conducen al mismo sitio), y esto resta dinamismo e interactividad con el entorno, ya que nos limitamos a hacer lo que el juego quiere.
La conclusión sería estar ante una gran mejora del primero, lo que tendría que haber sido, y una muy buena experiencia de juego, aunque se parezca tanto. Merece la pena echarle el guante.