Hablamos de una remasterización de uno de los grandes clásicos de Xbox, y a pesar de los esfuerzos de LionHead por añadir nuevos elementos (como el soporte para Smartglass, que nos permite utilizar un mapa adicional y buscar secretos) la verdad es que la experiencia se queda un pasito por detrás de
Fable II y Fable III. Con todo, hay que reconocer que el juego ha envejecido bien, y que los que no lo disfrutaron en Xbox pueden hacerlo ahora más y mejor.