Tras años desaparecido del mundo del videojuego - o apareciendo sólo en títulos educativos y muy infantiles -
Mickey vuelve a lo más alto con una aventura que, en muchos aspectos, supera a su mejores adaptaciones hasta la fecha, las entregas de
SEGA (Castle of Illusion, Fantasia) y el genial
Mickey Mania de Traveller's Tales (1994, SNES y Megadrive). Los
culpables de este renacimiento son los chicos de
Junction Point, y frente a ellos
Warren Spector (Wing Commander, Deus Ex), que
han creado todo un mundo para que lo descubramos desde los ojos de Mickey.
Así, la mecánica de
Epic Mickey alterna la aventura (el eje principal del juego es explorar, descubrir los secretos de
El Páramo e interactuar con sus personajes), las plataformas (con doble salto) y el sistema de
creación-destrucción alternando pinceladas de pintura y disolvente, respectivamente. En este punto merece la pena hacer una distinción de opciones:
- En el mundo, la pintura nos sirve para dar vida a objetos
desaparecidos (sólo vemos su silueta) y el disolvente para borrar las zonas más coloridas. Esta mecánica va evolucionando durante la aventura y nos sirve para resolver puzles, descubrir secretos, llegar a nuevas áreas... ¿Un ejemplo? Si una roca nos impide el paso y no podemos borrarla puede que podamos
borrar el suelo sobre el que se apoya para verla caer. Luego sólo tenemos que volver a pintarlo para pasar con tranquilidad.
- Durante el combate la pintura/disolvente es la clave para vencer a nuestros enemigos. Si el disolvente es el arma principal (los destruye en su mayoría) la pintura también puede ser muy útil, porque pintados
los enemigos se hacen amigos de Mickey y lo ayudan a luchar. A lo largo de la aventura encontraremos también
espíritus que, según nuestras actuaciones (pintar, disolver) se unirán a nosotros y que - además de mostrarnos el camino - pueden ayudarnos atacando a los enemigos, pintándolos o destruyéndolos automáticamente.
El control del juego
se basa en el tándem nunchuk-wiimote, aprovechando tanto el sensor de movimiento (golpes especiales, invocar a los espíritus) como el puntero para disparar con precisión; lamentablemente en este punto el juego
pincha un poco, ya que en ocasiones la pintura y el disolvente no irán donde estamos apuntando...
El viaje de
Mickey es un viaje de sorpresas, tanto por
la dinámica de juego, que alterna fases en el
Páramo con visitas a los cortos clásicos del personaje, con fases de puro plataformeo inspirados en momentos inolvidables como
El Barco de Vapor o Las Habichuelas Mágicas.
Otro punto sorprendente es
la toma de decisiones durante la partida. ¿Queremos rescatar a un personaje a costa de perder dinero, o no nos importa? Según lo que decidamos
encontraremos sutiles cambios en la trama principal, la música cambiará e incluso notaremos diferencias en la expresión de
Mickey. Los chicos de
han demostrado mucho valor dándole este giro a las aventuras del famoso ratón, que no tiene por qué ser tan heroico en este mundo oscuro.
Epic Mickey es, en resumen, un título técnicamente espectacular, con ideas muy originales e interesantes (tanto dentro de la franquicia como en su implementación en el juego) y que engancha pese a sus fallos jugables. Muy, muy recomendable para jugadores de todas las edades (pero especialmente adultos).