Driver: Parallel Lines

Unánimemente encumbrado como uno de los grandes títulos para PSX (quién no recuerda eso de ?Turner, tienes gasolina en las venas?) y con una secuela muy a la altura, la saga Driver gozaba del éxito de la crítica y el público. Su tremenda jugabilidad, una dificultad muy bien ajustada y las múltiples posibilidades de juego hacían de él un clásico instantáneo...
Sin embargo, el juego no consiguió dar ?el salto? a la nueva generación y mantener su calidad. ?Driv3r? pasó sin pena ni gloria, más como una mezcla entre las dos primeras entregas que como un juego con identidad propia... y muchos fans salieron trasquilados.

Ahora recibimos nueva entrega, con la difícil tarea de volver a dejar el pabellón bien alto; se apuesta más claramente por el enfoque de GTA y tenemos nuevo protagonista: ?The Kid?, un fabuloso conductor traicionado por sus compañeros criminales, que sale de la cárcel pidiendo venganza... ¿Le acompañamos?

Una vez hechos al control, el juego engancha y consigue convencer al jugador; lástima que no se hayan incluido juegos ?paralelos?.

Al contrario que en otras entregas, no vamos a encontrar modos extra de juego; todas las posibilidades jugables se han integrado dentro del modo de juego principal; no hay survival, time-attack o nada que se le parezca, sino misiones que incluyen esas premisas y aparecen durante la aventura...

Así, nuestras posibilidades de re-jugar vienen influidas por nuestra creatividad a la hora de afrontar las distintas misiones, ya que podemos hacerlas de una forma silenciosa y discreta o creando un caos tremendo, lo que pondrá a toda la policía a nuestra búsqueda y captura.

Otro de los puntos interesantes es la posibilidad de tunear nuestro vehículo con el dinero que consigamos en las misiones; motor, carrocería, extras... todo tiene un precio y si podemos pagarlo nos haremos con una máquina imparable en manos de un conductor experto. Eso sí, cuidado con no destruir nuestra obra maestra...

Y por último, aunque no menos interesante, el ?juego con el tiempo?. Nos moveremos entre los 70 y la fecha actual, recordando el pasado de nuestro personaje. Es muy divertido ver como la ciudad ha evolucionado en esos años, algo que queda patente también en el tipo de vehículos, la música o las misiones. Un detalle muy de agradecer.

La conducción puede ser demasiado dura en ocasiones y obligarnos a repetir muchas veces las mismas misiones. Las misiones a pie son mejorables.

Sin duda, la apuesta más fuerte del juego sigue siendo el sistema de conducción, que se ha mantenido más o menos igual ; hay pequeñas mejoras en la física y seguimos encontrando un buen equilibrio entre la conducción arcade y la simulación, aunque coger las curvas sigue siendo algo duro . Hacernos a los controles básicos nos llevará poco tiempo (aunque dominarlos al máximo sí que nos mantendrá entretenidos) y se hará de forma progresiva, sin aturrullar al jugador novato, gracias a un completo tutorial incluido en la primera misión. También podremos hacer uso de armas al tiempo que conducimos, un detalle ya visto pero que no deja de resultar interesante.

Una vez hechos a la conducción, comenzará el desfile de misiones: llevar pasajeros de un punto a otro, perseguir a otro vehículo (o destruirlo), matar a un personaje, llevar un cargamento... Eso sí, algunas son muy poco intuitivas y hasta que las repitamos una media decena de veces no tendremos posibilidad de terminarlas...

Una de las mejoras más sonoras es la posibilidad de hacernos con cualquier coche que veamos, pudiendo abandonar nuestro coche (con cuidado de no ser atropellado o arrollarnos nosotros mismos) en casi cualquier misión del juego. Y aquí entra un de las cosas más interesantes del juego, el modo en el que cada coche afecta a las misiones, ya que hay sensibles diferencias de conducción entre los distintos modelos: aceleración, frenado, velocidad máxima...

Por si alguien lo dudaba, siguen presentes las misiones a pie, que aunque menos conseguidas también ayudan a dotar al juego de variedad y realismo. Constituyen aproximadamente un 20% del total y nos permiten utilizar un buen arsenal de armas.

Desde luego, no estamos ante un juego innovador. Maquilla un poco sus carencias el juego con 2 líneas temporales, que hace la aventura más interesante.

Como un clon de ?GTA?, poco podemos destacar en este apartado. Encontramos pocas novedades en el sistema de conducción, que sigue fiel a las primeras entregas; sí, hay un pequeño pulido, pero muy superficial. También se ha aumentado un poco la dificultad, tanto por el tráfico, ahora más intenso como por el daño que sufrirá nuestro protagonista al verse envuelto en un accidente aparatoso (aunque vaya dentro del coche).

Posiblemente, el mayor acierto del título pasa por jugar con las 2 épocas, los 70 por un lado y la actualidad por otro; esto permite al jugador verse inmerso en misiones con coches de hace 30 años, gente con pelo a lo afro y escenarios remodelados, para después volver a la misma zona y verlo todo cambiado. Es un efecto curioso y en general bastante bien hilado, que dota a esta entrega de personalidad propia y mejora la historia muchos enteros... Por otra parte ayuda a aumentar la variedad de vehículos (coches y motos) que podremos montar, algo que siempre es de agradecer.

Con respecto a la historia en sí, nada que no hayamos visto antes; es cierto que la misión de ?venganza? es nueva en la saga (hasta ahora siempre teníamos que labrarnos una reputación), pero es algo que hemos visto en centenares de videojuegos...

Un apartado gráfico poco ambicioso y con demasiado por pulir. El día lo salva el apartado sonoro, especialemente el doblaje.

Sin pretensiones. No se nos ocurre un calificativo mejor para el acabado gráfico de este juego. Sí, la cosa ha mejorado desde ?Driv3r?, pero el juego sigue teniendo un acabado simplón y la mayoría de los escenarios tienen multitud de zonas demasiado parecidas, edificios clónicos y detalles muy repetitivos.
Las colisiones de los vehículos siempre producen los mismos efectos, siguiendo un patrón; esto hace que las sorpresas se acaben pronto... Aunque aún así, la física es mejorable y la niebla de fondo no falta en demasiadas zonas.
A cambio de esto encontramos modelados y animaciones bastante buenas, tanto en los vehículos como en los protagonistas, lo que hace mejorar sensiblemente las misiones a pie.
Otra de las pequeñas mejoras que sí agradecemos es la del tráfico, ahora más real y fluido, lo que hace las misiones más interesantes.


En lo referente a la diferencia entre versiones, la de Xbox sale ganando; se mueve con más soltura y presenta algunos efectillos inéditos en PS2; lamentablemente, esta versión no se ha distribuido en nuestro país...
La inteligencia artificial de los enemigos es moderada; la policía puede ser totalmente implacable, pero también tiene un campo de visión bastante limitado y podemos perderlos fácilmente al girar en determinadas curvas...

El apartado sonoro es harina de otro costal, mezclando sabiamente una gran variedad de buenas melodías y un completo doblaje en castellano . Eso sí, sólo se ha doblado a los personajes principales, por lo que los peatones y personajes secundarios nos gritarán en inglés...

Por último, comentar que el juego viene sin selector, forzando los 50Hz, y aunque la pérdida de velocidad no es muy grande, en un juego de conducción es un fallo considerable.