La caída al mundo de un
Celestial - una especie de ángel de la guarda que cuida de los humanos - y los misteriosos acontecimientos que lo han propiciado sirven de punto de partida a
una aventura inolvidable, una prueba de hasta dónde puede llegar la fórmula de los
RPG nipones cuándo las cosas se hacen bien. Poco a poco iremos desvelando una trama llena de capas, giros y sorpresas, personajes secundarios que se ganarán nuestro cariño y odiosos enemigos a los que ajusticiar. No es nada nuevo, pero la fórmula sigue funcionando como un reloj suizo.
Con el salto a DS temíamos por un aspecto muy cuidado en la franquicia: su
altísima dificultad. Tenemos que decir que, sin haber incluido distintos niveles (un punto que hubiera sido interesante para veteranos y novatos) -
el resultado final es muy satisfactorio.
Dragon Quest IX es un título mucho más asequible que sus hermanos (especialmente que el 8), gracias a una curva de dificultad perfectamente estudiadas y al hecho de que la mayor parte de las veces
nosotros podremos elegir cuándo queremos luchar chocando con los enemigos. De esta forma no se agobia a los recién llegados al rol ni se frustra a los más expertos. Eso sí, que nadie piense que
estamos ante un título demasiado fácil, el juego tiene su miga y un montón de secretos para descubrir, incluyendo durísimos monstruos especiales.
A nivel técnico, y teniendo muy presente que
el apartado gráfico nunca ha sido el aspecto más cuidado de la franquicia hay que quitarse el sombrero ante
Level 5 y Square Enix, que han dado a luz
uno de los títulos más redondos, completos y espectaculares de la portátil (y es mucho decir en una máquina tan sobre-explotada). Ciudades enormes, personajes muy bien definidos que exprimen el cel-shading, nuestros héroes editables al dedillo (desde su aspecto a su equipamiento), músicas muy pegadizas... El único
pero en las primeras horas de juego ha sido la - ¿inevitable? - compresión de los vídeos, que desluce un poco su estupendo trabajo artístico.
Las posibilidades multijugador - de las que nos ocuparemos en la próxima entrega - se presenta de forma sencilla e intuitiva con un evento de la trama (relacionado con una posadera); la Posada nos sirve para descargar
Quest o formar grupos con los que explotar el multijugador local.
Para concluir esta primera entrada, destacar - y esto no debe sorprender a ningún fiel de los títulos editados bajo el sello de
Nintendo - la impresionante
traducción al castellano del juego, llena de matices y detalles muy españoles que le dan todavía más personalidad al juego. Momentos impagables como las referencias
al abuelo Chisdanvinto, el premio para la
Posada más Reposada, expresiones antiguas - o muy modernas - e incluso guiños a distintas formas de castellano hacen la experiencia más inmersiva, sorprendente y divertida.