Quizá el punto más débil de este
Dragon Ball FighterZ es el contenido. 24 personajes no son una barbaridad para un juego de
Dragon Ball, y si contamos que además hay personajes 'repes' (como
Goku y Vegeta SS Blue) y algunos de
Super es evidente que hay ausencias importantes en el plantel: Dodoria, Zarbón, C-19 y C-20... Acostumbrados a títulos en los que se han incluido hasta a los personajes de las OVAS está claro que el plantel se queda algo cojo, aunque también tenemos en cuenta que los personajes son variados y diferentes en su control, en lugar de tirar de
clones (al estilo
Tenkaichi). Las cosas mejorarán con los
8 personajes extras que llegan como DLC, pero que un 33% de la plantilla sean personajes de pago tampoco es algo para valorar muy alto.
Entrando ya en los modos de juego nos encontramos una
historia que nos tendrá ocupados más de 12 horas, con 3 arcos argumentales distintos y un personaje nuevo (la androide 21). Desgraciadamente en este modo, si bien hay buenas ideas y momentos muy divertidos, también se abusa de hacernos lugar luchar una y otra vez con 'clones', lo que puede ser un tanto aburrido a medio-largo plazo. Además, hay sagas importantes que se quedan un poco 'cojas'.
Si bien la experiencia de juego de
FighterZ es sobresaliente, nos da la sensación de que falta todavía contenido, de que hace falta un
FighterZ 2 (o 3) para sacarle todo el jugo.