Sin duda,
una de las grandes fortalezas de Dragon Ball Sparkling! Zero es la evolución de su ADN sobre su semilla original, la saga Tenkaichi (y, concretamente, la tercera entrega), 18 años después. En el salto a PS3 y 360 se optó por otras fórmulas, como
Burst Limit (evolución de los
Budokai),
Ultimate Tenkaichi (que, pese a su nombre, cambiaba un poco la fórmula jugable)... Pero todos ellos venían con una reducción de plantilla y opciones, dinámica que ha continuado hasta
Xenoverse 2 y su historia con viajes en el tiempo, o el genial versus
DB FighterZ y su apuesta por un desarrollo 2D.
Aquí tenemos una vuelta a los orígenes, decenas de personajes a elegir (más de 80 si nos olvidamos de transformaciones) y la inclusión de las estrellas de
Dragon Ball Super (al menos del anime, ya que no se ha incluido a los últimos personajes del manga, como
Moro, Granola o Gas). Además hay un gran mimo para los detalles, como las conversaciones entre personajes de distintas líneas temporales, items como las gafas de sol que nos protegen de la
Bengala Solar (y dejan de hacerlo si el personaje las pierde durante la batalla), agarres exclusivos entre luchadores, la cantidad de elementos destructibles, las historias alternativas... No hay nada absolutamente nuevo o revolucionario, pero sí que vemos una evolución de la franquicia, y un plantel muy bien dotado (y que, además, irá engordando con los DLCs, empezando por la película
Super Hero y los personajes de
Daima).