Lo primero que debemos hacer al empezar el juego es escoger el tipo de conducción que deseamos, arcade o simulación, ambas muy diferentes a la par que divertidas, además cada tipo es configurable en dificultad y podemos cambiar de estilo cuando queramos.
El modo arcade busca una experiencia más fácil y directa, para jugadores que solo buscan disfrutar de correr sin preocuparse demasiado, mientras que
la simulación requerirá de mucha más pericia y conocimiento del mundo del motor por parte del jugador, recomendamos además usar un volante para mejorar la experiencia.
Lo que notamos sobre todo en el modo arcade que no hay excesiva diferencia de pilotar un coche u otro sobre todo si son de la misma categoría. Las opciones de juego que nos ofrece el título son el modo carrera donde deberemos ir superando carreras en las diferentes categorías con una dificultad que se irá incrementado. Por otro lado tendremos el modo online, para los que buscan retos de verdad, ya que siempre es más gratificante ganar a otra persona que a una máquina. Por último el modo Joyride con diferentes pruebas más desenfadas que nos recuerdan a ciertos modos de juego de
Blur o de Flatout.