El juego es una maravilla para casi cualquier jugador que quiera intentarlo y que haya jugado a juegos similares anteriormente. Hablamos de un juego de espadas o
hack?n slash en el que utilizamos tres botones para el ataque, otro para saltar y los sticks analógicos con su uso habitual. Con eso podremos utilizar el típico sistema de aporreo de botones para conseguir gran cantidad de daño hasta que aprendamos bien las diferentes combinaciones y opciones de cada personaje que, además, iremos aprendiendo conforme vamos avanzando en el juego. Quizás,
el problema principal le venga por el hecho de ser demasiados botones y que para vencer a según qué enemigo tengamos que utilizar una serie de combos sin los cuales es imposible vencerle, y aquí estos jugadores tendrán muchos problemas. Es más, son tres personajes jugables y es el juego quien decide a quien controlar en cada momento (excepto en alguna fase concreta que elegimos nosotros), y cada uno cuenta con sus combos y opciones de ataque, lo que complica bastante haciéndolo inaccesible para muchos jugadores. No decimos que esto sea malo para los hardcore gamers, pero sí para los menos hábiles o incluso para los que no han jugado anteriormente a un Devil May Cry.
En cuanto a opciones de juego en sí son muchas. Hablamos de un juego con un modo historia muy rejugable de unas 12 horas pero que podremos echar más del doble si queremos descubrir las misiones secretas que además estarán accesibles desde el menú para poder repetirlas e intentar mejorar el tiempo.
Le echamos en falta un modo cooperativo real, o bien la opción de poder elegir con quien jugamos este modo. Como sabréis, el juego elige al principio a otros jugadores que jugarán con nosotros otra parte del escenario diferente a la que nosotros no llegamos, de forma que lo vemos de fondo sin poder interactuar con él. Al principio resulta curioso pero después de la segunda misión no le vemos ningún sentido al no poder hacer nada con él o, incluso que cuando lleguemos éste haya terminado y ni lo veamos. También viene el problema cuando nos empareja en la misma misión y tenemos que enfrentarnos los dos a algún enemigo, acabando demasiado rápidamente con él y perdiendo la intensidad conseguida hasta ese momento. O cooperativo real o sin esta opción, pero DMC5 se queda justo en la mitad.