En en año
2000,
Deus Ex se convertía en un referente entre los
Action-RPGs de la época, apostando por un desarrollo en primera persona, un planteamiento muy adulto y una estética
cyber-punk y futurista.
Deus Ex: Human Revolution es el heredero perfecto de ese legado, y a modo de elaboradísima precuela
nos da las claves del origen de la franquicia, contándonos cómo los aumentos biónicos se imponen entre la población humana. Viviremos la historia desde los ojos del sarcástico
Adam Jensen, ex-Swat muy duro de pelar que acaba siendo experimento de estas mejoras. La acción transcurre en 2027 (28 años antes de Deus Ex), un futuro demasiado cercano... Y un pelín terrorífico.
La base jugable de
Human Revolution es la de un juego de acción en primera persona, en el que dominar el sistema de cobertura (similar al de
Gears of War) y emboscar a los enemigos es clave para sobrevivir. La idea, por supuesto, va más allá gracias de este planteamiento gracias a los
aumentos biónicos de nuestro protagonista, que puede conseguir una increíble visión, aguantar mucho más daño o matar a sus enemigos con sólo acercarse a ellos lo suficiente. El sistema de mejora está muy bien implementado, y es un placer ver cómo vamos mejorando a lo largo de la aventura para hacer frente a enemigos cada vez más poderosos.
Un punto realmente brillante del juego es cómo nuestras decisiones afectan al desarrollo de las misiones; podemos elegir ser un asaltante inmisericorde y armarnos con la tecnología más letal, o luchar en las sombras emboscando a los enemigos (lo que nos da más puntos de experiencia con los que mejorar). De la misma forma, poder elegir armas como un rifle de tranquilizantes (que sería jugar de
sniper) o un aturdidor también suponen importantes cambios en la mecánica de cada fase, multiplicando el potencial de diversión / accesibilidad del juego; u si no somos muy amantes de la acción, siempre podemos elegir el pirateo informático, que con
puzles facilitará nuestro avance. Hay
una experiencia satisfactoria para casi cualquier tipo de jugador, y eso es uno de los puntos más fuertes del juego.
De la misma forma, las frases que elijamos en las conversaciones pueden convertir a los personajes secundarios en amigos y enemigos, lo que facilitará / dificultará determinadas partes de la aventura. Y hablando de dificultad está bien medida y es accesible a todo tipo de jugadores gracias a 3 niveles de dificultad y un inteligente sistema de daño; en el nivel medio e incluso con importantes mejoras aplicadas a
Jensen, un par de ráfagas de un enemigo normal pueden llevarnos a la pantalla de continue, así que es muy importante exprimir el sistema de cobertura / sigilo.
Los enemigos finales merecen mención aparte, y no sólo porque algunos duelos con ellos estén en los momentos más espectaculares del juego; en esta entrega los jefes están claramente predeterminados, tanto cuándo nos enfrentaremos a ellos como los patrones para vencerlos, y no hay forma de superarlos con otras estrategias (en entregas anteriores podíamos incluso neutralizar a algunos sin tener que luchar). Esto contrasta un poco con el resto del desarrollo del juego, y desluce un poco la
sensación de libertad que tenemos al jugar (aunque, al fin y al cabo, las misiones principales siempre están ahí).
La interacción con la física del juego - como esconder cadáveres para pillar a los enemigos por sorpresa, o mover cajas para encontrar caminos ocultos - es otro punto a destacar; no está a la altura de los grandes FPS con entornos completamente destructibles, pero gracias a un ingenioso diseño resulta muy interesante explorar en busca de secretos (que, además, tienen recompensa, y suelen incluir guiños y
huevos de pascua). Entre los guiños hay que hacer la distinción de los
para todos los públicos - por ejemplo, un póster de
Final Fantasy XXVII, señal inequívoca de que estamo en el futuro - y los especiales para los fans de la saga; que estén tranquilos los
novatos, no van a perderse nada importante en el desarrollo del juego, pero a los veteranos les espera más de una sorpresa.
Como conclusión extendida,
nos encontramos ante un titulazo redondo - sin fallos demasiado importantes - que hará las delicias de cualquier amante del
cyberpunk, y al que los aficionados a los
FPS deben darle una oportunidad. Es, en muchos aspectos, la sorpresa que
Mass Effect supuso hace algunos años, y su sólida trama hará las delicias de los amantes de las buenas historias (que, además, disfrutarán con el nivel de control que da el juego).