Destiny 2 - Mucho mejor que el primero en muchos aspectos, similar al primero en otros

Hay que admirar el excelente trabajo que los chicos de Bungie han hecho con esta segunda parte a nivel de diversión. Uno de los grandes problemas de la primera parte, la historia, ha sido solventada de muy buena forma, y ahora el juego engancha sobremanera por todos los mismos elementos que su primera parte, pero también por saber más del juego, del enemigo final, Ghaul y de sus intenciones con el Viajero y el Orador. A esto hay que añadir las excelentes y variadísimas misiones que tendremos que hacer, tanto en la campaña como en las aventuras, asaltos y raid, o los personajes secundarios con los que tendremos que hablar y que nos harán mejorar nuestro equipamiento. Todo ha sido mejorado con respecto a la primera parte, consiguiendo un juego realmente divertido.
Es un juego online similar en desarrollo a los MMO, y esto no puede dar una idea de la enorme cantidad de horas que le podemos echar. La historia principal pueden ser entre 12 y 14 horas finalizarla, y eso nos llevará a tener un nivel de juego de 230 de luz, y hasta alcanzar los 300 que es el tope cuando sale el juego básico, podría llevarnos unas 30 horas. A eso le tenemos que añadir el juego cooperativo, el multijugador, las raids y cualquier otro tipo de misión diaria, y nos haremos una idea del número de horas que podremos echarle al juego. Todo esto si jugamos solos, porque también permite el juego cooperativo para tres jugadores de casi toda la campaña (ciertas misiones hay que jugarlas solos), y así se hace incluso más divertido.

El sistema de control es realmente parecido al de cualquier otro FPS, por lo que si ya has jugado con alguno te sentirás cómodo desde el primer momento. Hay un pequeño cambio en la asignación de botones con respecto al primero, y si eres de los jugadores que han pasado horas y horas con éste, puede que te cueste un poco de trabajo, pero nada que unas partidas no solucione.

En cuanto a las opciones de juego, con la primera parte Bungie ya consiguió integrar todos los posibles modos de juego en uno, haciendo que nuestros personajes evolucionen con cualquier cosa que hagamos, tanto a nivel de competitivo como de juego cooperativo o jugando solos. En Destiny 2 se ha mejorado incluso más esta integración, haciendo incluso más accesible cualquier forma de jugar. Ahora, el modo competitivo es más accesible para todos, y el hecho de jugar un máximo de 8 jugadores también facilita que jugadores más noveles puedan jugar entre ellos. El cooperativo también hace el juego mejor, aunque nos hubiese gustado que los jugadores pudieran jugar todas las misiones y no que hay algunas que deben jugarse solos (quizás, con la idea de hacerlo más inmersivo).

Son pocos los detalles negativos que le hemos visto, aunque sí nos hubiese gustado tener alguna que otra opción más. Por ejemplo, que las partidas multijugador competitivas solo permitan a 8 jugadores, o que no haya más clases o más opciones de personalización (las armas valen para todos), o incluso una posible interacción entre los jugadores para compartir ciertos objetos? El trabajo que ha hecho Bungie es excelente, y se parece a la perfección, pero no lo es.

Pese a quien pese, Bungie inventó un género que no existía con Destiny 1, y que otras muchas compañías están intentando seguir e imitar con juegos como The Division o Anthem. En realidad, es la combinación de otros géneros, pero es lo mismo que ocurre con otros juegos como los soulsbourne o los metroidvania. Con Destiny 1, Bungie lo creó, y lo optimizó con los DLCs, y ahora con esta segunda parte lo ha mejorado aún más, curiosamente haciéndolo más parecido a los MMO que ya existen en el mercado, como por ejemplo creando un mundo abierto con el que interactuar hasta la saciedad. Ahora, tenemos más opciones de exploración, con zonas incluso que están alejadas de las misiones principales y que tendremos que explorar para ver las aventuras que nos deparan. También se han añadido pequeños guiños en forma de información que encontraremos repartidos por el mundo, para que aquellos que a los que les guste explorar de verdad sepan más de la historia.

La realidad es que Destiny 2 es Destiny 1.2, es decir, es como si cogiésemos a Destiny 1 con las expansiones añadiéndole ciertos elementos nuevos y arreglando algunos de los fallos que todos sus jugadores le han encontrado. Esto no está nada mal, ya que de hecho es lo que sus fans piden. Sin embargo, siempre queremos ver algo más de innovación, de más elementos que resulten originales en los juegos, y en esta secuela se han centrado más en añadir detalles pequeños que en cambiar algo que ya saben que funciona, haciéndolo muy continuista. Como decimos, en muchos aspecto es algo muy bueno, porque de verdad es una continuación en toda regla, empezando como si de una misión o DLC del 1 se tratase, pero casi todos los enemigos iguales, las mismas clases de personajes, la misma forma de jugar, los mismos modos? Todo es demasiado parecido. Siendo el segundo juego de la saga aún se les puede permitir hacer algo así, pero si en el tercero hacen lo mismo?

Espectacular el trabajo que los chicos de Bungie han conseguido en Destiny 2. A nivel artístico es, sin duda, el mejor juego aparecido en cualquier formato y consola, por los bellísimos entornos que han conseguido crear, y la atmósfera que en todo momento envuelve el juego. Este apartado artístico está acompañado por un gran apartado gráfico y técnico, aunque está claro que en Bungie, la prioridad no fue hacer un juego fotorrealista, pero tampoco lo necesitan. Esto hace que algunos modelados pudieran estar mejor detallados, pero no importa en absoluto porque te mete de lleno en la acción que es lo verdaderamente importante.A este bellísimo resultado hay que añadir dos puntos clave más para su desarrollo como son, por un lado, la excelente física del juego con una gran mejora en los saltos o los movimientos de los objetos, personajes y vehículos. El otro gran punto a destacar es la excelente inteligencia artificial de todos los enemigos, que incluso mejora la de la primera parte y hace que los enemigos se comporten como si de verdad estuviesen vivos (reculan cuando están a punto de morir, se ocultan, intentan flanquearnos...) A esto hay que decir que el apartado sonoro también está a la altura, con un doblaje al castellano soberbio, y una banda sonora de lujo de los mismos compositores que en anteriores entregas a falta de Marty O'donnell, uno de los principales compositores de la compañía despedido en 2014 y que añadía epicidad a las composiciones, con su instrumentación eléctrica, guitarras y baterías, las cuales han desaparecido. Una lástima, pero aún así, un excelente apartado musical para redondear el conjunto.