Saber que es un juego de puzles y que tendremos que controlar a dos personajes que controlan respectivamente el frío y el calor puede hacernos caer en la tentación de pensar que va a resultar todo muy lineal y sin demasiadas complicaciones. Sin embargo, la jugabilidad está perfectamente medida gracias a los muchos cambios de posibilidades que existen en cada zona. Hablamos de un castillo con muchas puertas para los que tenemos que coger un número determinado de piezas para poder abrirlas, y dentro de cada una de ellas
el estilo de puzle variará mezclando la mecánica de puertas anteriores con otras nuevas. Y estas son realmente originales, como tener que construir un puente de hielo entre el frío y el calor con la división de la pantalla de los dos personajes (jugadores) que, dependiendo de su ubicación será distinta. También encontraremos otras más típicas como ciertos puzles con el uso de la física, el peso o balancearse con cuerdas, algo que le da mucha vida a un juego de por sí realmente largo.
También tiene algunos problemillas a la hora de jugar que son perfectamente perdonables pero que pueden afectar dependiendo del tipo de jugador. Por ejemplo,
Degrees of Separation está pensado para jugar dos jugadores en cooperativo, y aunque se puede jugar uno solo pierde muchísimo al tener que ir cambiando entre personajes y moverlos un poco de forma mecánica. Precisamente por eso tampoco entendemos la falta de juego online, ya que
solo se puede jugar cooperativo en la misma consola, algo que suponemos acabarán solventando mediante algún parche gratuito pero que de momento no tiene. Por último, algunos detalles negativos a mencionar como que no haya pistas en ciertos puzles y que no sepamos si podemos o no resolverlos (igual nos falta algún poder o habilidad), o algunos pequeños comportamientos extraños por culpa de la física que hace que los personajes se vuelvan torpe en ocasiones. No son problemas graves, pero los tiene.