Bienvenidos a
Banoi, un paraíso tropical... Hasta que estalló la plaga zombie. Tras una resaca mortal en una fiesta, nos encontramos con que gran parte de los residentes están intentando comerse al resto; arranca
Dead Island.
Metidos en la piel de uno de los cuatro protagonistas - que, sin explicación, son inmunes al
virus que contagia a los no-muertos - tendremos que exporar la isla e ir cumpliendo determinadas misiones para tratar de salvar a otros supervivientes. Los cuatro
héroes son muy distintos entre sí y tienen habilidades únicaS (más resistencia ó velocidad, habilidad con cierto tipo de armas) que se van potenciando conforme avanza la aventura. Al eliminar enemigos y/o cumplir misiones ganamos experiencia, y podemos elegir en qué emplearla
dentro de un complejo árbol de habilidades para multiplicar nuestras opciones de supervivencia. Otro punto interesante es nuestro arsenal de armas, que incluye tanto herramientas improvisadas (remos, escobas), como otras mucho más pulidas (machetes, hachas), y que podemos mejorar. Un bate con clavos o un machete eléctrico nos pueden salvar de una situación complicada... Las armas de fuego escasean y además resulta complicado sacarles partido, por lo que no podemos hablar de un
FPS, más bien una mezcla de acción, aventura y
survival horror en primera persona.
Aunque resulta muy divertido e intenso enfrentarse a hordas de zombies cada vez más letales (los iremos encontrando con protecciones, que manejan armas de forma torpe - pero peligrosa - o incluso poderosas mutaciones como jefes finales),
la mecánica de juego de Dead Island podría pulirse un poco más. Hay detalles como el desgaste de las armas (incluso las potenciadas se rompen con mucha facilidad) que nos hacen abusar de
trucos, como golpear a los enemigos para dejarlos en el suelo y luego rematarlos a patadas (útiles y
sin costo). Otros detalles mejorables son el tener que acceder al menú para armarnos cuando lanzamos un arma (lo que ralentiza la acción) o que
nuestra muerte tenga una penalización tan baja (perdemos sólo algunos
dólares, y volvemos muy cerca de la zona con todos los zombies muertos); esto podría haberse arreglado fácilmente en un nivel de dificultad más alto...
Explorar
Banoi es uno de los puntos más interesantes del juego; ver el paraíso tropical - con preciosas playas, resort turísticos, un precioso bosque... - convertido en un hervidero de zombies e ir ganando terreno con cada incursión es un gustazo. Aquí se refuerza la idea de que realmente somos
supervivientes, y tenemos que ir buscando caminos, seleccionando elementos para seguir avanzando, aprovechándonos del entorno (no debemos enfrentarnos a grupos de enemigos en campo abierto)... La idea se potencia con elementos como los coches, que nos permiten avanzar entre zonas de la isla de forma cómoda y relativamente segura, o las cintas grabadas por la prensa, que nos van dando pistas sobre qué ha podido pasar en la isla (junto con lo que iremos descubriendo por nosotros mismos, y los horrores que nos esperan en determinados escenarios).
Es cierto que el genial tráiler
backwards - tiempo atrás - del juego ha puesto el listón muy alto, pero hay que reconocer que
la historia no es el punto más fuerte de Dead Island, que una vez completado bien podría pasar por una película de serie B de lo más normalita. Por contra, sí que hay que reconocer el esfuerzo por
crear a personajes secundarios interesantes y con un comportamiento realista; los tenemos egoistas, cobardes, supervivientes natos, capaces de sacar partido de cualquier situación... ¿Un ejemplo? Nada más empezar la aventura encontraremos a una pareja que se está enrollando como si fuera su último día en la tierra. Las relaciones entre los personajes, sus reacciones y las misiones secundarias que nos proponen hacen mucho más interesante el entramado del juego.
Aunque no sea tan inmersiva, la
experiencia multijugador es un aliciente para el juego, y nos permite compartir la responsabilidad de las misiones con otros 3 jugadores. Si luchan codo con codo, cuatro supervivientes bien organizados son casi invencibles, y resulta muy divertido optimizar estas misiones (que nos sirven para potenciarnos en el modo historia principal) cuando jugamos con expertos... Al igual que la tensión se multiplica cuando vamos con novatos; es como una experiencia de supervivencia real, en la que nuestros compañeros determinan nuestras posibilidades de salir victoriosos.
Sin llegar a aportar nada realmente nuevo al género - algunos de los puntos más interesantes, como el modo cooperativo, los jefes o la mejora de armas ya los habíamos visto en franquicias como
Left 4 Dead,
Resident Evil o
Dead Rising -,
Dead Island ha sabido coger lo que necesitaba de otros títulos o películas del género, y darle vueltas a esos elementos para crearse su propia personalidad (como el árbol de mejoras los supervivientes). Por supuesto, tanto la mecánica de combate (que nos hace estar mucho más expuestos) como la ambientación en una isla paradisiaca y misiones a plena luz del día también son puntos muy a su favor, ya que
rompen claramente con cualquier otro juego de zombies, dándole empaque a la franquicia y definiendo su
estilo.
El apartado gráfico es complejo de valorar, porque
no faltan los altibajos; hay zonas bellísimas de la isla con una sorprendente distancia de dibujado, y podemos correr en cualquier dirección y explorar
kilómetros sin pararnos... Y también hay momentos en los que no dejan de repetirse las mismas estructuras de casas, las maletas tiradas por todas partes o los modelados de zombies (de distintas calidades, aunque siempre rayando un excelente nivel). Es cierto que los elementos positivos le ganan - claramente - la partida a los malos, pero también hay que reconocer que hay momentos del juego que tendrían que haberse pulido más,
al igual que el depurado de errores. Los
bugs van desde fallitos técnicos como popping o movimientos raros de polígonos a
problemas para completar algunas misiones, cuelgues jugando online, desaparición de items... Son puntuales, y no tienen por qué afectarnos en una partida concreta, aunque puden fastidiarnos bastante en otra. Dado el sistema de autoguardado del juego no tienen por qué ser un gran problema,
pero un juego de este calibre se merecía haber llegado al mercado inmaculado. Afortunadamente parece que
Techland está reaccionando y lanzando parches, pero al día de publicación de este análisis todavía hay elementos que corregir. Para los usuarios multiplataforma merece mención especial
la versión PC, más vistosa gracias a mejores texturas y una mayor resolución, aunque no hay mejoras más allá del nivel gráfico, ni se le saca demasiado partido a la interfaz ratón/teclado.
La edición española nos llega en dos versiones, normal y coleccionista (con buena presentación e interesantes extras descargables, como modos de juego extra), y con voces en inglés (normalitas, pero cumplen ambientando la acción) y
textos en castellano.