A nivel jugable, Days Gone es un juego con muchos elementos diferentes que hay que dominar, y que no es que sean complicados individualmente pero sí que hay que tener cierta soltura con todos ellos. Lo mejor sería definir el juego como infiltración en un mundo abierto con muchos toques de supervivencia, todo ello rodeado por zombis (que, repetimos, no lo son pero se le parecen bastante), y de esta forma es más fácil saber que no es un juego de acción o disparos en tercera persona al uso. En muchas ocasiones no tendremos balas suficientes para acabar con los enemigos o serán demasiados, por lo que
el sigilo es algo que debemos tener muy presentes en la mayoría del desarrollo del juego. En cuanto a la supervivencia, los elementos a tener en cuenta pasan por ir recogiendo todo lo que podamos, tanto plantas en el campo como componentes para fabricar elementos como vendas para curarnos, flechas para nuestro arco o cócteles molotov para acabar con los nidos. Por supuesto, abrir los capó de los coches para recoger chatarra que también nos vendrá genial para arreglar nuestras armas y nuestra propia moto, la cual parece que atrae el daño y el gasto de gasolina (que también se gasta que es un gusto).
Todo esto se entremezcla por muchas de las misiones típicas de los juegos de mundo abierto, como distintas facciones a las que tendremos que contentar realizando misiones para ellos, tales como limpieza de ciertas zonas, rescatar a alguno de sus séquitos, buscar a nuevos miembros para que construyan un campamento mejor o limpiar los nidos de engendros para despejar los caminos y que no molesten a nuestro paso. Todo esto se mezcla con elementos de la propia historia personal de Deacon que viviremos entre su presente con su cuñado (otro motero) y diversos flashbacks en los que conoceremos más de la historia. Como vemos,
todo se entremezcla consiguiendo un juego rico en diferentes clases de misiones en el que tendremos que estar pendiente en todo momento de nuestro entorno, de no hacer ruido, de las hordas de engendros, de los animales peligrosos del bosque y tantos otros detalles. Un juego muy completo al que le hubiese venido bien un tutorial al principio del juego que nos enseñara lo más básico para evitar la frustración inicial y quizás la reducción de algunos elementos molestos, como por ejemplo que cada 2 kilómetros hay que llenar el tanque de gasolina de la moto. Un gran inicio de franquicia.