No es fácil valorar
Daymare: 1998 a nivel de innovación, ya que la semilla del proyecto empezó siendo un remake de Resident Evil 2 no licenciado que tuvo que dar marcha atrás entre las presiones legales y el lanzamiento del auténtico título. Sin embargo, hay que quitarse el sombrero ante el equipo italiano de desarrollo, que sin descartar todo el trabajo ni las mecánicas más interesante ha sabido darle identidad a su juego. La idea del
virus (esta vez, terrorista) no es revolucionaria, pero la historia está bien contada y tenemos a 3 protagonistas, lo que permite diferentes visiones, entornos y algunas sorpresas de lo más interesante.
Contando con colaboración internacional, y con mucho esfuerzo y dedicación
Daymare se ha convertido en mucho más que un
Resident Evil low-cost, apostando por recuperar
la jugabilidad - y dificultad - de los clásicos survival horror, y lo más complicado de hacer, conseguir una auténtica atmósfera de tensión que nos haga pasar
un buen mal rato. Y aquí no podemos poner pegas, nos hemos enganchado de principio a fin olvidándonos de los problemillas técnicos y jugables.