Datura - Análisis PS3, con soporte para Move

Incluso hablando de un juego de precio inferior a los 8 euros, la duración de Datura hace difícil justificar el gasto; nuestra primera partida puede terminarse en poco más de una hora, y las sucesivas que decidamos tomar (buscando caminos alternativos para llegar a los distintos finales) todavía menos. Falta duración, y también patina la rejugabilidad por culpa de mini-juegos tontorrones (que a veces fallan por el control y que nos penalizan para el final)

Creado por y para Move, Datura se juega en primera persona y se controla de una forma sencilla e intuitiva, aunque los minijuegos a veces no resultan demasiado precisos por problemas de reconocimiento del mando (lo que además nos penaliza). Por otro lado, podemos jugar el título con el mando normal, aunque se pierde inmersión en la aventura, el control de la cámara se hace más artificial y dependemos del control por movimiento del sixaxis en algunas ocasiones

Sin duda alguna, el punto más pulido por los chicos de Plastic Reality ha sido la capacidad para sorprender al jugador, creando un título único; para ello se juega con nosotros y se nos proponen extraños retos, se salta en el tiempo, se nos proponen puzles... Hay momentos muy intuitivos, y otros que nos dejarán completamente pillados, y puede que el resultado no guste a todo el mundo, pero hay que reconocer el esfuerzo de los creativos

Gráficamente nos encontramos un título lleno de altibajos, con escenas muy logradas (en especial el entorno del bosque) frente a otras que parecen sacadas de la generación anterior; dado que no hay una IA enemiga real, un motor físico potente o soporte online resulta difícil justificar esta pereza. La banda sonora es harina de otro costal, ya que sus composiciones - aunque algo minimalistas - ambientan la acción a la perfección, y ayudan a hacer inolvidables los momentos más intensos del juego