Bienvenido a las cumbres del Chomolozo, la
Sagrada, el coloso de piedra que abre la puerta al
Bardo, la dimensión espiritual entre nuestro mundo y el de los que ya lo han abandonado... y el sitio donde ha desaparecido nuestro hermano, un alpinista con más valor que sentido común. En mitad de esta montaña maldita
y a más de 5000 metros de altura Eric Simmons tendrá que dar con el paradero del escalador, sobreviviendo al ataque de incansables fantasmas
con los que no puede acabar con armas normales, pero que puede herir y purificar con métodos mágicos...
Así, aunque
Cursed Mountain encaje dentro de los
survival horror tiene muy pronunciada su faceta de aventura, haciendo más hincapié en la exploración que en la acción. Además, en muchos aspectos hablamos de un juego atípico dentro del género; por ejemplo, no hay munición que buscar (aunque sí hay mejoras para nuestra arma, un pico de escalador con runas mágicas), y los únicos
items para curarnos son barritas de incienso
que nos ayudan a reponer nuestra energía espiritual (los fantasmas y peligros del juego no nos hacen daño físico... casi nunca), aunque
sólo en puntos concretos de juego, en altares especiales.
Sin duda, el punto más destacable y brillante durante las primeras horas de juego ha sido
la conseguidísima atmósfera, cuyas claves reposan en 3 pilares fundamentales:
- El enorme trabajo de documentación del equipo creativo, que va
desde los diarios ficticios de distintos personajes
a una exhaustiva presentación de mitos y elementos culturales de los pueblos del
Himalaya: rituales, deidades, su concepto de los fantasmas... Terrorífico y con un toque muy realista.
- El apartado sonoro, del que destacamos
tanto el doblaje al castellano - además, de bastante calidad, incluyendo desde largas conversaciones a gritos y sollozos que ponen los pelos de punta - a la
banda sonora y los
FX (o sonidos ambientales), que nos mantendrán en tensión en todo momento.
- El uso del mando de
Wii. Detalles como
utilizar el altavoz del wiimote para simular una radio (donde también nos hablan en perfecto español), el puntero para disparar ráfagas de energía a los fantasmas o los
gestos que tenemos que hacer para lanzar hechizos hacen la aventura mucho más dinámica.
El apartado técnico ha sido una grata sorprensa, desde el sólido acabado gráfico - con un vistoso juego de cámara, buenos modelados, grandes escenarios sin cargas, interesantes efectos -..., a las ya mencionadas virtudes del apartado sonoro.
Nos despedimos hasta la segunda y última entrega del análisis, donde veremos como
Cursed Mountain se enfrenta al que puede ser su
talón de Aquiles: la variedad de situaciones y la evolución de la mecánica jugable. En las primeras horas de juego la experiencia ha sido, en líneas generales, muy gratificante... pero la aventura no debe estancarse ahí.