Desde el nacimiento de Xbox 360 hará algo más de un año, hemos tenido gran cantidad de juegos que pretendían ser títulos de próxima generación, aportando lo mismo que habíamos visto hasta ahora con ciertos retoques y algo más de calidad técnica. El juego que nos ocupa hoy sí que se puede decir que es de próxima generación, pero no estrictamente en un sentido técnico (que también), sino en algo mucho más importante como es en concepto e idea, algo que últimamente vemos carente en el grueso de lanzamientos del mercado. Una recién formada compañía como
Real Time Worlds, formada por integrantes de Rockstar y de creadores de la franquicia Grand Theft Auto, ha sabido aportar algo que muy pocos títulos de hoy en día son capaces, como es una completa libertad de acción y movimientos. Y es que la enorme cantidad de juegos desarrollados en mundos abiertos prometen esta
libertad pero la ofrecen sólo en parte, algo que en
Crackdown sí tenemos.
Para no extendernos en el concepto del juego, ya definido en pasados artículos, diremos que Crackdown nos ofrece la posibilidad de controlar a un súper-policía con el que podremos movernos con total libertad en un enorme mundo abierto, el cual está dividido en tres islas interconectadas que albergan a su vez una enorme ciudad con sus calles, edificios, coches y gente.
Cada una de estas ciudades está dominada por bandas de narcotraficantes con una jerarquía de mando que se divide en matones, generales al mando y jefe de cada zona. Nuestro objetivo será tan simple como evidente; limpiar las tres zonas de las distintas bandas. Para ello, primero tendremos que buscar sus guaridas localizadas en distintas zonas de cada ciudad, acabar con toda la resistencia que nos aparezca, liquidar a cada uno de sus generales al mando, y finalmente eliminar al jefe de la zona.
Como decimos,
en este título además de libertad de movimientos tendremos una completa libertad de acción, lo que quiere decir que podremos explorar absolutamente toda la extensión del mapa desde el principio, encontrar todas las guaridas de los generales e intentar acabar con el que queremos en cualquier momento. Eso sí, cada uno de ellos tendrá su propia dificultad que se nos mostrará en base a una probabilidad de éxito, la cual será calculada según nuestro potencial, lo fuerte que seamos y los enemigos que ya hayamos abatido con anterioridad, por lo que lo más lógico siempre será acabar con ellos según orden que se nos mostrará cada vez que encontremos a uno y que se irá recalculando en cada intento. Además, la libertad de acción también vendrá especificada por la forma en la que acabemos con los enemigos, ya que nuestro personaje podrá usar ataques cuerpo a cuerpo, con armas de fuego de toda las clases, explosivos, con lanzamiento de objetos o, incluso, atropellándolos, por lo que el estilo de juego se adecua según los gustos del jugador (beat'em up o juego de lucha, shoot'em up o juego de disparos, etc)
Esta libertad será la piedra angular sobre la que se sostiene el sistema de evolución de nuestro personaje, ya que dependiendo de cómo actuemos contra los enemigos, así mejorará nuestro personaje. Cada acción que realicemos producirá unas pequeñas esferas de distintos colores que recogeremos de forma automática y que nos mejorarán en cada una de nuestras habilidades. Por ejemplo, si acabamos con un enemigo a patadas o lanzándole un objeto, usamos la habilidad de fuerza que hará que recojamos esferas amarillas que mejoran dicha habilidad. Cuando hablamos de objeto, nos referimos a cualquier cosa, como un enemigo muerto, un coche, una cañería o cualquier otra cosa que esté suelta. Por supuesto, para levantar los objetos más pesados tendremos que haber mejorado esta habilidad lo suficiente, es decir, cuanto más la usemos, mejor. Eso sí,
una de estas habilidades es posiblemente la más espectacular de todo el juego y que permitirá a nuestro personaje saltar de un edificio a otro o engancharse en las cornisas para ir subiendo entre plantas hasta llegar a los tejados de los más altos. Esta se mejorará con unas esferas de color verde repartidas por todo el mapeado y que se encontrarán siempre en las zonas altas de la ciudad, es decir, para conseguirlas tendremos que escalar los edificios. Cuantas más de estas esferas, más alto saltará y correrá nuestro personaje hasta llegar a la cima de enormes rascacielos, lo que casi le otorga un ligero toque de juego de plataformas.