Análisis ? Castlevania - Portrait of Ruin

Castlevania Portrait of Ruin es el segundo trabajo del equipo de Koji Igarashi para DS, y será recordado por los fans de la saga por varios motivos. Primero, por la interesante línea argumental, que cierra tramas de varios capítulos anteriores. Segundo, por su innovador planteamiento, que nos obliga a alternar el control entre dos protagonistas. Y tercero, porque es primer título que celebra el 20 aniversario de Castlevania.

De seguro, a la mayoría de nuestros lectores le surgirán algunas de estas preguntas: ¿Cómo funciona la nueva mecánica de juego? ¿Estamos ante un juego mejor o pero que Dawn of Sorrow? ¿Se ha estancado la saga? ¿Está la trama a la altura?.

Todas estas preguntas, y mucho más, en nuestro completo análisis.

Con varios finales alternativos y una dificultad muy ajustada, las horas de juego se disparan, sobre todo para los que quieran desbloquear todos los secretos.

Hay que reconocer que, aunque empieza bien, Portrait of Ruin tiene los peores diseños de mapas de las últimas entregas de la saga, excesivamente lineales y poco elaborados, repitiéndose todos además 2 veces. Sin embargo, el resto de adicciones son sonoros aciertos:

- La idea de los cuadros es estupenda y nos permite visitar localizaciones que de otra forma poca cabida lógica tendrían en el juego, como Egipto o un bosque, añadiendo variedad y sorprendiendo al jugador.

- A la ya típica búsqueda de objetos(armas, armaduras, hechizos) matando enemigos se añade la posibilidad de evolucionar las armas secundarias a base de usarla, lo que dispara las horas de juego para los completistas.

- Las misiones son también una forma de recompensar al jugador constante y multiplicar las horas de juego; a lo largo de la aventura se nos irán proponiendo retos que implican revisitar localizaciones y cumplir determinados requisitos. Muy divertido, es un punto que esperamos que se repita.

- El modo multijugador, pese a lo limitado, resulta tremendamente divertido y re-jugable. El Wi-Fi, aunque se limita a ser un servicio para intercambiar objetos con otros jugadores es un extra a agradecer.

La idea de controlar a dos personajes multiplica las posibilidades jugables. Lástima del abuso de menús.

Sin duda, el punto estrella del apartado jugable es la posibilidad de cambiar entre los 2 protagonistas; Jonathan, un guerrero fuerte y un maestro con casi cualquier arma y Charlotte, una hábil maga.

Con una simple pulsación de botón intercambiaremos a los dos personajes, lo que dispara las posibilidades de juego, más cuando ambos cazavampiros tienen decenas de armas y hechizos y podemos elegir ir a solas o con los dos personajes.

Aunque el control básico de la saga se mantiene (salto, golpe normal y fuerte, armas secundarias, habilidades desbloqueables para explorar...) echamos en falta la posibilidad de intercambiar nuestro equipamiento con un botón (como en Dawn of Sorrow), ya que durante la aventura se hace pesado recurrir continuamente a los menús para probar nuevas armas y armaduras (por cierto, aunque más o menos funciones son estéticamente horrendos). La doble pantalla y el mapa son una ayuda estupenda para el jugador, al igual que el menú que muestra los detalles de los enemigos, todo un acierto.

La dificultad del juego se ha ajustado, convirtiendo la aventura en un agradable reto incluso para los jugadores veteranos (más si jugamos sin utilizar ítems para recuperarnos). Eso sí, el uso de algunas de las magias combinadas de ambos personajes acaba demasiado fácilmente con algunos enemigos finales ?menores??

Jugabilidad renovada y una trama muy bien elaborada son las mejores bazas del título, que además incluye un modo online y un multijugador por primera vez en la saga.

Sin duda el punto que más nos ha gustado del juego es cómo se ha encajado la trama dentro de la saga, rellenando (enormes) puntos negros que había entre entrega y entrega. El uso del famoso látigo de los Belmont y las historias de las familias Morris y Larcade, que ya conocimos en el Castlevania de Megadrive encajan al final de este juego como un puzzle perfectamente cortado. Es más, incluso se ha aprovechado para crear una cronología de los 20 años de saga, lo que demuestra el buen hacer de Igarashi.

La otra gran novedad es el intercambio de personajes, que lejos de ser una excusa está perfectamente construidos; hay enemigos específicos para cada personajes y otros para que ambos tengan que usar sus poderes conjunta y coordinadamente. Sorprende ver como se ha trabajado en estos detalles (por ejemplo, hay enemigos que no atacan a Charlotte o que pueden controlar a Jonathan) pero sin renunciar a la libertad del jugador para que elija su estilo de juego.

El único punto negro que encontramos es una excesiva repetición de enemigos, incluso dentro de los cánones de la saga; es muy divertido ver a viejos conocidos (que a veces tienen algún nuevo ataque), pero cuando el número de nuevos monstruos es tan pequeño la cosa ya no empieza a perder gracia?

A efectos gráficos y sonoros, sobresaliente. Aprovechando un poco más las capacidades de DS hubiese sido perfecto.

Castlevania Portrait of Ruin vuelve a ser un ejemplo del buen hacer 2D, con estupendos diseños y maravillosos escenarios, incluyendo efectos 2D y 3D. Sin embargo, en esta entrega hemos encontrado algunos puntos un poco vacíos, sosos dentro de los enormes estándares de calidad de la saga? Con todo, volvemos a encontrar enemigos finales de tremendo tamaños, efectos gráficos muy curiosos (valga el teletransportador como ejemplo) y en general mucho cuidado en los detalles, por lo que el sobresaliente gráfico (quizá bajo) está asegurado.

A nivel sonoro, composiciones de mucha calidad acompañan a cada una de las localizaciones, haciendo la aventura mucho más amena y divertida. Aquí también tenemos que destacar las voces, en inglés y japonés (mediante truco), con un buen repertorio para cada uno de los hechizos. Ah, y todo perfectamente traducido al castellano

El punto flojo del cartucho viene por lo limitado del uso de las capacidades de DS; el multijugador se queda sólo en una demo de lo que pudo haber sido, el Wi-Fi es casi una curiosidad, la pantalla táctil no se usa a efectos prácticos y los menús de la pantalla superior, aunque útiles, son muy sositos (aunque esta vez podemos marcar zonas en los mapas).