La mecánica de juego no es demasiado original, pero ha sabido adaptarse perfectamente para crear un título que tiene personalidad propia. La puesta en escena y el cuidado en los detalles es impresionante
Aunque su mecánica básica no resulte revolucionaria (se nota desde un principio que
Rockstar ha reutilizado la fórmula de
GTA),
sí que hay un buen montón de elementos que hacen de este juego un trabajo a reconocer.
Por una parte tenemos una estupenda ambientación; profesores hastiados, alumnos de todas clases (divididos en
4 grupos principales: empollones, macarras, pijos y musculitos) incluyendo
chicas con las que podremos ligar y los omnipresentes monitores, que harán el papel de policía. Así, cuando cometamos una falta (ligera como entrar en el baño de las chicas o grave como golpear a un profesor) todos el personal intentará darnos caza?
Las relaciones entre los distintos grupos, tener que pagar a los matones, obligarnos a ir a clase, las distintas fiestas incluidas en el calendario (como
Halloween)? todo se hecho de una forma realista y sólida, pensando en todos los detalles.
Podemos ver las diferencias en las conversaciones con los personajes secundarios si vamos, por ejemplo, con un libro en las manos o con un petardo. Unos chicos nos regañarán, algunas chicas se interesarán más por nosotros? eso sí, es un detalle que a muchos les costará apreciar, ya que nos hablarán en inglés sin subtítulos. Algo similar pasa al recorrer la ciudad, que también está llena de cosas que hacer: visitar tiendas (como una de cómics), recreativos, un peluquero, montar en karts, etc.
Cierran un apartado sobresaliente las clases y sus recompensas (aprender a construir petardos u otras armas en
química o a disculparnos más efectivamente en
lengua), aunque hubiera sido divertido haber incluido algunas más.