Difícilmente vayamos a encontrar nada parecido en el mercado actual. Controlamos a una vela (tal como suena) que va apagada en todo momento y tendremos que guiarla por una serie de escenarios oscuros guiados por algunos animales u objetos que (en ocasiones) emiten cierta luz. Nuestra única herramienta está en iluminarnos para iluminar otras velas que encontramos, o bien para
saber exáctamente donde nos encontramos, y no podremos hacerlo durante más de diez segundos, por lo que debemos tener cuidado. En nuestro camino encontraremos a algunas criaturas que son atraídas por la luz, así que tendremos que tener cuidado, ya que un contacto con ellas supone nuestra muerte.
Con este planteamiento tenemos la excusa perfecta para meternos en un mundo precioso y colorista lleno de pequeños detalles que nos transportan a
un maravilloso cuento de hadas, con pequeños puzles, plataformas que superar (la mayoría muy sencillas, y otras no tanto) a través de un recorrido realmente bonito. Se deja jugar, y desde luego no es algo que hayamos visto hasta ahora.