Call of Duty Ghost es la entrada de 2013 de la franquicia más exitosa de Activision (y de los videojuegos en general también, con permiso de Grand Theft Auto obviamente) dentro del género de los FPS y, a pesar de seguir siendo divertido y de ofrecernos un buen puñado de elementos que nos podrían mantener un montón de semanas y/o meses delante de nuestras respectivas consolas, es sin lugar a duda
una de las peores entradas de los últimos años por muchos motivos y en todos los posibles modos de juego que nos ofrece.
Si empezamos por el modo campaña para un jugador, CoD Ghost sigue el mismo patrón que las últimas entradas de la franquicia, es decir, un modo de juego totalmente guiado en el que tendremos que realizar lo que se nos encomienda y en el que controlaremos a distintos personajes (uno en cada ocasión), es decir,
no tendremos demasiada libertad de acción (aunque algunos entornos son algo más grandes). Tampoco encontraremos demasiadas novedades de juego, aparte del compañero perruno al que podremos controlar de dos formas distintas, una en vista en primera persona y en la que le ordenaremos atacar a los enemigos, y otra en la que simplemente le daremos una orden y él atacará. Esta novedad no es demasiado importante en el conjunto del juego, solo la utilizaremos un par de veces, y si la quitásemos del juego ni nos daríamos cuenta (pasa totalmente desapercibida).
El resto del juego sigue, como decimos, un patrón bastante similar a anteriores Call of Duty, lo cual puede verse como algo bueno (para los que le gustaron los anteriores), o como algo malo (si no te gustó o esperabas que evolucionase en algún sentido). El único intento por mejorar esta entrega ha venido por la creación de un nuevo engine que la compañía responsable estuvo desarrollando por más de dos años y cuyo resultado podemos ver en algunas de las misiones del juego, como la primera (tutorial) donde vamos por el espacio sin gravedad, o
la fase de la inundación (para mí, la mejor del juego), donde vemos que ocurren un buen puñado de eventos y animaciones a nuestro alrededor en un intento por acercar CoD a la competencia y su engine Frosbite 3 (hablamos, obviamente, de Battlefield 4).
Éste cambio de engine sucede después de varios años que se crease el que se ha venido utilizando en todas las entregas desde Call of Duty Modern Warfare 4 (con ligeras modificaciones cada año, pero el mismo) y ha sido el causante de que encontremos algunas fases realmente pequeñas, donde incluso cuando empezamos a encontrar intensidad se terminan y hemos pasado más tiempo viendo una animación inicial que realmente jugando (y tenemos que tragarnos nuevamente la carga de unos 15 segundos de fase). También vemos otro problema en el juego y es que
uno de los puntos claves de anteriores entregas, su velocidad, se ha visto reducida ligeramente y ahora parece como que todo va ligeramente más lento, algo que en el single player no se nota (demasiado) pero que en el multijugador sí se nota bastante, sobre todo en los movimientos de los personajes.
También encontramos más problemas en el modo multijugador, el que más utilizaremos en el juego. A pesar de parecer que estamos ante un Call of Duty como los anteriores, uno de los detalles es que a pesar de haber jugado durante muchas horas no me he sentido cómodo con ninguna de las armas que he utilizado y he probado un buen puñado, a pesar del absurdo sistema de evolución de personaje. Y es que si bien antes íbamos desbloqueando armas a medida que subíamos de nivel,
ahora nos irán dando monedas por las que podremos comprar, bien mejoras para las que ya tenemos, bien nuevas armas, pero que después no podremos vender si no nos gusta. De esta forma, si compramos un arma y no nos gusta, nos aguantamos y tenemos que volver a jugar un buen puñado de horas para conseguir nuevas monedas para comprar otra, que también puede que no nos guste. Algo absurdo.
En cuanto al sistema de juego multijugador, no ha evolucionado prácticamente nada, ni en modos de juego ni en opciones. Como decimos todos los años, cambiar la forma de evolucionar el personaje, o de conseguir las armas y las mejoras, o de equiparnos supone una ligera modificación en la jugabilidad para unos pocos, pero que para muchos otros (como en mi caso personal) que nos gusta echar nuestras muchas partidas pero que no nos pasamos meses y meses delante del juego no supone demasiada diferencia, y que en el caso de este CoD Ghost ha dado un paso atrás (como decíamos del hecho de tener que comprar las mejoras). Suponemos que
esta será la antesala de comprar las mejoras con dinero real, y que muy probablemente empecemos a ver en próximos juegos (y así, de paso, nos sacan algunos euros extras)...
Y luego nos quedan los dos nuevos modos que se le han añadido este año al juego:
- Por un lado tenemos
el modo Pelotones, y que podría definirse como una mezcla entre un modo entrenamiento con bots del juego multijugador y un modo cooperativo para varios jugadores (depende del modo) tipo horda. La idea principal de este modo (o al menos, como lo han intentado vender) es la de construir tu propio equipo de jugadores personalizándolo con armas, perks y equipamiento, y dejarlo jugando online con otros jugadores y sus respectivos equipos y ver si el nuestro es mejor. Creía que me compraba un juego para jugar, y no para dejar que él juegue por mi, pero si es una opción más dentro del conjunto y no molesta (no se usa) pues está bien. Este modo pelotones sí que puede ser útil para probar los mapas multijugador y armas sin necesidad de tener que recibir millones de balazos por todas partes de gente experta (que, como todos sabemos, Call of Duty está lleno). Esta también es la idea de poder probar las armas (están desbloquedas) sin tener que comprarlas para saber en cual me voy a gastar las monedas en el multijugador, lo que no está nada mal si estas estuvieran bien (repetimos, no he encontrado aún la combinación adecuada y ni siquiera las que usaba el año pasado me gustan).
- El otro modo nuevo es otra gran novedad de esta entrega y recibe el nombre de
Extinción. Este modo sustituye a los modos zombis de las entregas realizadas por los chicos de Treyarch (la última, en Black Ops II) tan popular entre sus seguidores (sobre todo la del último año, que dio un paso de gigante hacia adelante con respecto a anteriores entregas en todos los sentidos). Lo que tenemos aquí es
un modo cooperativo para cuatro jugadores en el que tendremos que luchar contra hordas de especies de aliens parecidas a una de las quimeras de Resistance mientras intentamos destruir sus colmenas y proteger la máquina que tenemos que poner en sus proximidades para ello. La idea en sí no parece mal ni mucho menos, pero
éste es otro de los modos de juego que no funcionan en Call of Duty Ghost, y por el que se ha visto desprovisto de jugadores online (con lo fácil que es encontrar jugadores para los modos zombis...).
Los problemas principales de este modo vienen porque cada jugador tiene que tener su propia clase para poder ayudar al grupo, algo que en Internet no se suele destilar mucho (reconozcámoslo; si nos gusta jugar de una forma, no cambiaremos por el bien del grupo, y preferimos dejar de jugar). Uno de los jugadores tiene que darnos munición, el otro curación, etc. y además esto es obligatorio dentro de una partida para no morir a las primeras de cambio, así que si los cuatro jugadores disponibles son del tipo "curandero" (por ejemplo), no podríamos avanzar demasiado, por lo que nos quedamos sin partida. A pesar de haber cogido la forma de jugar y evolucionar del modo zombi,
está todo muy mal planteado e, incluso, si queremos comprar una nueva arma nos costará encontrarlas porque están tiradas en el suelo sin una marca que se vea clara. Eso sí, si tienes tres amigos más con el mismo juego y consola y os gusta jugar cooperativos, sí que podéis echarle unos buenos ratos y coordinaros en grupo con micrófono y auriculares, y se convierte en bastante divertido, pero si no este modo será condenado al ostracismo más absoluto tras un par de partidas.
Como vemos,
Call of Duty Ghost es un juego que sin ser malo (que no lo es) se queda lejos de lo que han sido anteriores entregas, y que necesita tanto un buen lavado de cara (sobre todo en PC y en Xbox One y PS4) como un buen puñado de nuevas opciones de juego. Ya consiguieron reinventar el género con Modern Warfare, por lo que siempre podemos esperar lo mejor, pero desde ese momento parece que las mejoras han sido tan insignificantes que se han quedado cortas, y que en este 2013 con Call of Duty Ghost además han dado un paso hacia atrás. Si en Activision piensan que pueden vivir de las rentas, podría pasarles factura muy pronto, como ya le pasó a Konami con Pro Evolution Soccer y su competencia FIFA...