Ya podemos considerar a
Call of Duty como una tradición navideña. Cada final de año, una nueva entrega llega a nuestras consolas para deleite de los aficionados a los FPS. Esta nueva entrada ha sido lanzada en Noviembre de 2010, aunque comenzase a gestarse dos años atrás con una tecnología que tiene tres años. ¿Qué quiere decir esto? La estrategia que utiliza
Activision, compañía responsable, publicadora y distribuidora de la franquicia con sus títulos está muy bien diseñada, ya que se asegura una nueva entrada cada final de año, aunque tiene algunos "
peros" como los que nos encontramos en este
CoD: Black Ops.
Treyarch, sus desarrolladores, comenzaron a desarrollarlo justo después de la finalización de su anterior juego,
World at War, y para ello utilizaron la tecnología que estaba a su alcance, es decir, la del último juego de la saga lanzado al mercado,
Modern Warfare 1 (MW2 aún estaba en desarrollo por
Infinity Ward) ¿Cuál es el resultado?
El modo para un jugador resulta ser una mezcla de lo que nos encontramos en los dos títulos de los que Black Ops bebe. Por un lado, misiones muy al estilo World at War sustituyendo al ejército americano, ruso, japonés y alemán de la Segunda Guerra Mundial por el ejército vietnamita y americano de la guerra de Vietnam combinándolo con "
flashbacks" a la postguerra europea de 1945 entre el ejército ruso y alemán. Esto quiere decir entornos abiertos, oleadas de enemigos avanzando por las trincheras, e incursiones bajo tierra o montados en distintos vehículos. Por otro lado, tendremos otro tipo de misiones que parecen sacadas directamente de MW1, con entornos más cerrados con enemigos apostados en distintas posiciones y su
tan temida regeneración infinita que cesa cuando se avanza hasta un cierto punto (y que los chicos de Infinity Ward eliminaron en MW2, por algo sería?) Combinando estos elementos, tenemos uno de los FPS más intensos jamás creados hasta la fecha si de verdad es lo que queremos encontrarnos, ya que ir avanzando hasta un punto, matar al enemigo clave y saber que ya no van a aparecer más no asusta nada a menos que queramos (aunque sí desespera en el nivel más alto de dificultad).
El apartado técnico es excelente, con unos personajes increíblemente detallados, animaciones soberbias, un lujo de doblaje al castellano y unos entornos enormes y llenos de posibilidades, más abiertos incluso que los de MW2, aportando el toque justo para hacernos pensar que hay más de un camino posible para llevar a cabo la misión. También hay un par de contras en el apartado técnico que nos gustaría comentar, aunque no ensombrezcan en nada el resultado final. Hemos apreciado ciertas ralentizaciones puntuales (también en el multijugador, del que hablamos en el siguiente punto) y algunos fallos muy tontos en ciertas estructuras (esos muros invisibles que nos evitan disparar al enemigo que nuestra arma tiene delante). A esto hay que añadir una IA con altibajos que consigue dar a nuestros compañeros una sensación de inteligencia sin tenerla en realidad. Sirvan estos ejemplos como pruebas. Hemos visto cómo nos apostamos en un punto concreto para que el enemigo no nos dispare y cómo un aliado que tiene programado apostarse en ese mismo punto nos empuja hasta dejarnos expuestos, o también un aliado que dispara al aire hacia delante mientras a menos de un metro a su izquierda hay dos enemigos disparándonos directamente a nosotros.
El resultado final es el de un juego muy espectacular y una compañía que avanza con cada entrega cogiendo elementos de sus anteriores títulos y mezclándolos con los que otras compañías inventan, obteniendo un resultado único aunque con algunos de sus defectos. A pesar de sus 6-7 horas de juego, se hace rejugable al ofrecernos distintas rutas en cada entorno, objetivos secundarios y misiones muy variadas incluso con distintos desarrollos (sigilo, o entrar a saco, según decidamos). Eso sí, lástima de la eliminación del cooperivo de WaW.