Call of Duty: Advanced Warfare - El Call of Duty de 2014 mejora con respecto al de 2013, pero sin grandes alardes

Si eres aficionado a los FPS, y has jugado anteriormente a un Call of Duty (sobre todo de los últimos), sabes que es difícil soltar el mando en ninguno de sus modos (quizás en el cooperativo, que es el más flojo). El modo historia nos prepara un poco para el multijugador que, en esta ocasión, no llega con una historia tan buena como Black Ops o Modern Warfare, y que nos cuenta la misma cantinela de siempre (un malo muy malo que al principio parece bueno). Aun así, el juego es muy divertido y su control y opciones de juego hacen que nos guste echarle muchas horas hasta terminárnoslo (unas 8 horas en acabárnoslo, depende de cómo juguemos). Al final acabaremos intercambiando modos de juego entre el modo historia y el cooperativo hasta echar nuestras primeras partidas en el competitivo, que como siempre resulta ser el punto fuerte del juego.

Estamos ante un CoD, y esto quiere decir que muy mal tienen que hacer las cosas para que no sea fácil de controlar. Mismo control que todos los anteriores, casi mismas opciones, muy accesible el modo para un jugador e, incluso, parecen haber bajado la dificultad en el multijugador competitivo ya que se hace más fácil acabar con otros jugadores (como que está más equilibrado). Además, cuenta con un modo cooperativo hasta cuatro jugadores, pero no del modo historia (ni mucho menos del modo Zombi, que nos lo cobran aparte como DLC), sino un escaso modo horda que nos pondrá contra oleadas de enemigos uno tras otro cada vez más fuertes.
El resumen es que parece un Call of Duty más accesible, pero que Activision ha aprendido la forma de sacarnos el dinero para que juguemos a lo que de verdad queremos jugar, y es algo que no nos gusta. El problema es que los pases de temporada de este juego son siempre los más vendidos, así que mientras estemos dando este mensaje a la compañía (comprándolos, obviamente), seguirán haciendo esto y cada vez más caros.

La únicas dos novedades significativas de CoD: Advanced Warfare están en el uso de un gancho que nos permitirá movernos con libertad en horizontal o vertical en un par de misiones, o el camuflaje térmico que nos hará invisibles también en un par de misiones, ambos usados en las misiones finales del juego. No es que sea innovador, pero sí es el primer CoD en usarlo, con lo que hay que reconocerles un intento de llevar la saga por otro lado. En lugar de usar granadas normales, usamos una única granada que nos permite seleccionar, pulsando repetidamente un botón, qué tipo de granada vamos a usar, lo que le otorga cierto toque futurista, pero resulta ser lo mismo que usar cuatro tipo de granadas a la vez (u 8). La primera vez que lo vimos, pensamos que sería una mezcla entre CoD y Titanfall, pero se aleja bastante de la libertad que nos da este último, o de las nuevas opciones jugables. Lo único es que hay que reconocerle un pequeño intento por añadir nuevos elementos a la saga, pero que se nos antoja corto.

Técnicamente no hay una gran mejora con los anteriores (ni siquiera en PS4, Xbox One o PC, salvo en las CG o en las caras de los personajes). El primer juego en aparecer en la nueva generación de consolas, CoD Ghost, utilizaba un nuevo engine que se ha vuelto a usar en Advanced Warfare, y que pone todo su potencial en ofrecernos los 60 frames por segundo con muchos elementos en pantalla, pero que en ningún momento nos parece que estemos ante un juego de nueva generación (ni en la iluminación, ni en los modelados de los personajes, y menos en las animaciones, que a veces parecen sacadas de la primera hornada de juegos para la anterior generación). La excusa puede estar en ofrecernos un juego también para PS3 y la Xbox 360, pero después de ver que Black Ops III (el CoD de 2015) que solo saldrá para PS4, Xbox One y PC y cuya apariencia es casi idéntica, nos parece que este Engine gráfico no es suficiente para el género de los FPS después de haber visto cosas como Battlefield o Killzone (no hablamos de la jugabilidad, solo del apartado técnico). Aun así, tenemos un juego rápido y fluido con buenos modelados y zonas realmente espectaculares (por ejemplo las escenas de la nieve que, curiosamente, son las que están más vacías).

A destacar el modelado del verdadero protagonista del juego, Kevin Spacey en las escenas cinemáticas (que cuesta ver si es imagen real o render) o, como siempre, el doblaje al castellano (una auténtica pasada), aunque no esté este último del todo sincronizado.