Libertad de movimiento con control ajustado y preciso. Liberarnos de la barra de energía es un gran paso adelante.
?Si algo funciona, no intentes arreglarlo? ha sido la máxima indiscutible a la hora de planear esta secuela. La jugabilidad de ?
Call of Duty? supuso, en primer lugar y en última instancia, el principal acierto o reclamo del premiado título; de modo que al plantear la continuación,
aunque numerosos han sido los cambios, todos ellos van dirigidos a complementar y acabar de definir el estilo de juego, en ningún momento a romper el modelo o plantear nuevas vías.
Con esta advertencia o aviso de intenciones en mente, descubrimos que ?
Call of Duty 2? es lo que podríamos definir como un ?
Plug & Play Game?: desde el momento en que se nos informa de la misión, ya estamos listo para enfrentarnos al enemigo con plenitud de habilidades.
Para aquellos rezagados o poco familiarizados, se nos premia (o castiga, para aquellos impacientes) con un breve (muy breve) tutorial en el que ponernos rápidamente al día con los controles y modos.
Es simple y directo, como debe ser, sin cansar ya antes de jugar ni meternos 30 instrucciones o controles en la cabeza por minuto. Así, disponemos del típico arsenal, con las clásicas dos opciones para armas (principal y secundaria), que podemos alternar en cualquier momento y, por supuesto, cambiar en cuanto queramos con cualquiera de las muchas que encontraremos a manos de amigos o enemigos caídos. Como siempre, preocuparnos por la munición no será tan importante como estar atento a recargar en los momentos de descanso, pues sigue siendo tan habitual como molesto quedarte sin balas en el cargador frente a un nido de MG42 enemigo?
Pero hay novedades, y aunque parecen pequeñas son determinantes. Comenzando por
las granadas, además de disponer ahora de bombas de humo (útiles para cubrir nuestros movimientos a cruzar de lado a lado en calles peligrosas),
su lanzamiento es ahora más depurado e importante. Del mismo modo, los alemanes ahora resultan mucho más versados en su utilización, y
a menudo nos encontraremos con un nuevo indicador de peligro por proximidad de granada (acompañado de una flecha que nos indica la dirección). La reacción es alejarnos al momento de nuestra posición, aunque eso signifique exponernos a fuego enemigo en la mayoría de los casos?
Fuego que por otro lado se ha visto ahora modificado en cuanto a calidad y cantidad. Puede resultar al principio muy sutil, pero en cuanto profundicemos un poco nos daremos cuenta de los efectivos cambios en jugabilidad, en el ambiente y movimiento a nuestro alrededor.
Comenzando por el movimiento, las tres posiciones (pie, agachado, tumbado) continúan idénticas, como el radar; pero
ahora encontramos mucho más fácil y realista movernos por los escenarios, mejor construidos. A mismo tiempo, los enemigos aparecen mucho más dinámicos, avanzando y retrocediendo en sus posiciones; abriéndonos huecos a menudo si estamos atentos a seguir sus movimientos y escondites. Resulta así ahora muy normal ver pasar a un grupo de 4 o 5 alemanes intentando encontrar cobertura, mientras nos hallamos escondidos e inadvertidos tras unos escombros, listos para pillarlos por sorpresa?
Igualmente gratificante y renovado resulta el hecho de jugar con las granadas más aún que en la primera parte. El efecto de explosión, aparte de ser gustoso de ver (los soldados vuelan por los aires y el polvo se levanta con astillas y trozos de tierra), es una ventaja real a aprovechar. El área de acción ha sido optimizado y la movilidad de los enemigos las hacen imprescindibles para apartarlos de allá donde queramos ir. Tan útiles que su número máximo se ha reducido a 4 para que no podamos ir detonando a diestro y siniestro.
En general, en pocas palabras, podríamos decir, sin miedo a equivocarnos,
que todo el esfuerzo y energía puestos en la jugabilidad en esta secuela han ido directamente a implementar, con mayor acierto, posibilidades y libertad, la sensación de estar realmente en un campo de batalla creíble. La primera parte ya lo conseguía con gran acierto, pero no podemos negar que en la mayoría de ocasiones, aunque caminábamos igualmente apoyados por nuestro escuadrón, se diría que nosotros éramos el único soldado visible por la dirección y precisión del fuego enemigo. Ahora no, ahora podemos recular, avanzar, escondernos por largo tiempo (se han mejorado los mapas para permitir mayores coberturas y posibilidad de caminos alternativos), rodear una posición enemiga, pillar por sorpresa un núcleo desprevenido, retroceder para que nos cubran, esperar con la cabeza baja a que pase el chaparrón? Por encima de todo, ahora más que nunca, la guerra está ahí, desarrollándose a nuestro alrededor. Evoluciona y cambia estemos o no nosotros en movimiento? Tenemos mayores posibilidades, todo parece más asequible, más abierto.
Nuestra única preocupación sigue siendo sobrevivir y cumplir las misiones cambiantes que nuestro superior nos grita entre explosiones (nada de recoger heridos o preocuparnos por que todo el equipo sobreviva), pero
ahora no morimos tan fácilmente, ahora aguantamos más las balas, las MG no matan a primera bala y se puede correr por delante de un tanque con posibilidad de llegar a la otra esquina. Lo único que echamos en falta es poder comunicarnos de algún modo con nuestros compañeros aliados, órdenes breves tipo ?cubridme? o ?retroceded? para tener una opción más abierta y realista (y ya que lo tienen todas las referencias o competidores?). Por lo demás, absolutamente
asequible y directo, lo que lo hace un poco más fácil?