Estamos ante el que posiblemente sea el título de este verano de 2007 en muchos sentidos; expectación, ventas tras su salida a nivel mundial y, sobretodo, por su calidad global. Un shooter en primera persona con una gran cantidad de ingredientes que lo hacen ser uno de los mejores de su género en PC (algo muy difícil teniendo en cuenta lo que hay en el mercado actualmente) así como uno de los mejores juegos que hemos probado en Xbox 360. Lo primero que llama poderosamente la atención es su elaborada historia, algo que afortunadamente se tiene en cuenta cada vez más en este género y que en Bioshock pasa a tener un papel protagonista, es decir, no es la excusa que usa el juego para disparar, sino la razón de todo lo que ocurre. Gracias a esto, ver una ciudad submarina conocida como
Rapture, con una ambientación sacada de los años 20 con todo lujo de detalle donde existen extrañas criaturas con habilidades sobrehumanas y donde nosotros mismos como jugadores podemos convertirnos en un ser casi inmortal tiene todo el sentido del mundo. También queda perfectamente argumentado
las habilidades que nuestro personaje adquirirá durante todo el juego gracias a las mejoras genéticas que podremos implantarnos conocidas como plásmidos, y que nos harán poder congelar o quemar a los enemigos a distancia, utilizar telequinesia con objetos atrapándolos al vuelo o cogiéndolos de lejos y otras muchas más que iremos adquiriendo durante el desarrollo.
El sistema de control con el que cuenta ambas versiones es un sistema bastante parecido al de otros shooters en primera persona con ligeros retoques, por lo que los aficionados a este género se sentirán cómodos desde el primer momento. Aunque dependerá en gran medida de cada jugador, para nosotros
la versión de PC cuenta con algo de ventaja al utilizar la dualidad ratón-teclado vetada hasta el momento a los usuarios de consola, aunque si utilizamos el pad tanto en PC como en 360, también utilizamos el sistema que usa un stick analógico para movernos (el izquierdo) otro para mirar (el derecho), un botón para coger y activar cosas (X), otro para saltar (Y) y otro para la recarga de armas o los plásmidos (habilidades especiales) dependiendo de cual tengamos activo. Para disparar se ha utilizado un cambio con respecto a los shooters más clásicos, ya que para activar y disparar estos plásmidos bastará con pulsar el gatillo izquierdo del mando, mientras que para activar y usar las armas lo haremos con el gatillo derecho, lo que lo hace más intuitivo de utilizar que en lo visto en otros juegos con el uso del pad digital para esto. En este caso, la cruceta la utilizaremos para cambiar de munición en algunas de las numerosas armas que encontraremos durante todo el juego, las cuales cuentan con propiedades especiales que utilizaremos para según que enemigo. También contamos con un botón para la recarga de energía del personaje, ya que
Bioshock utiliza el mismo sistema que el visto en F.E.A.R., es decir, vamos coleccionando botiquines y podemos utilizarlo cuando queramos para llenar nuestra salud antes de que se agote, con la diferencia de que estos no se utilizarán de forma automática cuando la barra llegue al final, es decir, aunque tengamos 9 botiquines (el máximo), si nos quedamos sin energía moriremos.
El sistema de juego nos presenta un shooter en primera persona puro con una estructura de niveles y ciertas misiones a realizar en cada uno de ellos, es decir, llegamos a un nivel, se nos plantea unos retos y, tras realizarlos, la puerta del siguiente nivel se abrirá pudiendo volver más adelante a los anteriores para seguir explorando y buscar objetos que no hayamos recogido inicialmente. Las misiones serán las encargadas de guiarnos por cada uno de estas extensas zonas, las cuales en todo momento estarán plagadas de distintos tipos de enemigos que se irán regenerando conforme se acaba con ellos mientras cumplimos estos objetivos que, en ningún caso, resultan ser complejos. Los más típicos serán la búsqueda de ciertos objetos, hacer fotografías a algunos enemigos o dirigirnos a un punto concreto del mapa, todo ello aderezado con esta gran cantidad de enemigos previamente comentada. Por supuesto, uno de los puntos fuertes resulta ser uno de los enemigos del juego, los "
papaítos de metal", también conocidos como Big Daddies que acompañan a las "
hermanitas" (Little Sisters), siendo estos los enemigos más duros de aniquilar durante todo el juego, aunque a medida que ganamos habilidades la cosa mejora ostensiblemente, tanto con este como con el resto.