Análisis Battleborn - Diseñado con los eSports en mente

Conseguír acabarse el modo principal cooperativo en unas 7 horas, sería algo muy normal para casi cualquier otro shooter en primera persona. El problema viene si tenemos seis mapas multijugador solamente, con dos por cada uno de los tres modos de juego, que son demasiado pocos para un jugador normal que quiera tirarse meses, sobre todo después de haberse gastado 70? en el juego. Y es que algunos MOBAs son incluso gratis, y hay previstos unos cuantos más para este 2016 que también lo son, lo que deja en mal lugar a Battleborn. Y no es porque no sea divertido, que lo es tanto el cooperativo (y la historia que nos narran, aunque parezca una distinta para cada mapa) como los distintos modos multijugador y mapas que cuenta, que están realmente bien compensados y bien diseñados. El problema, como decimos, es que muchos jugadores preferirán esperarse a la edición Juego del año (si es que existe) o a que baje de precio y estén disponibles muchos más mapas (gratis o con el Season Pass) para poder contar con un juego mucho más completo. Y es una lástima, porque se nota que está muy bien diseñado y todo ha sido calculado milimétricamente para ser divertido, y aún así es demasiado escaso tal y como ha salido al mercado.

Por un lado, cuenta con ocho misiones principales para ser jugadas solos o en cooperativo hasta cinco jugadores, aunque a diferencia de Borderlands, la dificultad es la misma tanto si lo hacemos solos o con alguien. Podemos cambiar el modo de dificultad, pero solo si hacemos partida privada, lo que nos obliga a jugar solos o con amigos. Cada una de estas misiones puede durar una media hora, y puede jugarse tantas veces como queramos, aunque lo único que nos queda es repetirla hasta la saciedad para intentar conseguir mejores objetos en el looteo. En cuanto al multijugador competitivo, seis mapas (dos por cada modo de juego) es todo lo que tendremos, lo que hace que para muchos jugadores 'ocasionales' se quede corto enseguida, aunque los modos son divertidos y algunas partidas (sobre todo en el modo Incursión) pueden durar más de una hora.

Como vemos, el componente MOBA del juego (batallas para ser jugadas entre dos equipos de cinco jugadores) hace que para aquellos que quieran jugar unas partidas de vez en cuando con amigos, o les guste los juegos cooperativos, se pueden sentir en muy poco tiempo aburridos y sin demasiado que llevarse a la boca salvo repetir una y otra vez los mismos modos y mapas. Si después lanzan más mapas o con el Season Pass, tendremos más opciones, pero donde realmente brilla el juego es en el número de personajes que podremos seleccionar (hasta 25), y que se irán desbloqueando según vayamos jugando, subiendo de nivel o cumpliendo objetivos. Cada personaje tiene su propio control, algunos más tipo FPS, y otros más tipo hack'n slash, los hay que vuelan, otros muy poderosos... Nos podremos tirar, literalmente, semanas hasta desbloquearlos todos y conseguir un equipo realmente bueno para ellos, pero esto no quita que para aquellos que no sean amantes de los eSports se queden sin juego demasiado pronto.

No es normal encontrar un MOBA, que además de los modos competitivos de cinco contra cinco tenga ocho misiones (bastante largas) de un modo cooperativo. Además del modo clásico MOBA (Incursión), encontraremos otro par de modos de juego más orientados al resto de jugadores, como el modo captura, pero aunque no sea muy normal encontrar estos modos en un MOBA, no quiere decir que sea algo original. El modo cooperativo se parece a Borderlands, y el resto de modos a otros juegos multijugador, por lo que tendremos una buena mezcla de géneros dentro de un mismo juego. Sin embargo, no parece que el objetivo de los chicos de Gearbox Software haya sido crear una nueva rueda, si no más bien mezclar todos aquellos elementos que les gusta de otros juegos (incluyendo los suyos propios) para crear algo diferente. Lo han conseguido a medias, ya que todo lo que tiene funciona, con mapas bien balanceados, una larga lista de personajes cada uno con su propio estilo, y un curioso sistema de evolución de habilidad dentro de una partida, algo que no se había visto hasta ahora en ningún juego cooperativo. Como decimos, es una interesante mezcla de cosas que funcionan, y cuyo problema es que deja a muchos jugadores aficionados a los FPS fuera, ya que ni es un MOBA puro, ni es un cooperativo puro, ni tampoco es un juego multijugador puro.

Los mapas, muy bien diseñados. 25 personajes, cada uno con una apariencia, comportamiento y estilo de juego distinto. En el cooperativo, escenarios grande y con distintas posibilidades (sobre todo, los últimos). Parece que pinta muy bien, y aunque es bonito y utiliza un buen cell-shading y una gran cantidad de texturas muy llamativas y coloristas, si vemos algunas de las cosas que hay en el mercado a día de hoy (cel-shading o no), este Battleborn se queda muy corto. No hemos encontrado fallos ni zonas donde se queden enganchado los personajes, ni tampoco fallos de ningún otro estilo, pero sí vemos que los escenarios están algo vacíos para lo que deberían de estar. Puede que sea uno de los cel-shading más bonitos que hemos visto en un juego a día de hoy, pero aún así hubiese estado mejor más zonas en los mapas, o incluso más elementos que hicieran más dinámico el desarrollo de la aventura (hablando del cooperativo, obviamente). Los dos últimos mapas sí que están muy bien diseñados, pero el resto son demasiado lineales y demasiado vacíos en muchas zonas. Como siempre, mención especial a las voces de todos los personajes, que nos recordarán muchísimo a las de Borderlands, y no solamente por el tono de las mismas, si no también por el sentido del humor.