El control de los AC no es muy refinado ni variado, pero la opción IA es siempre una posibilidad para no desesperarse.
A la hora de enfrentarse al manejo de esos grandes robots llamados Armored Core (AC), hemos de tomarnos un momento para advertir a todos aquellos recién llegados que, por mucho que lo pueda parecer por las características del género o las numerosas pantallas y vídeos entre estas gigantescas moles de metal, ?
Armored Core Fórmula Front?
no es, en términos generales, un juego de lucha con robots, sino, y más profundamente, un gestor o simulador de robots en el que, desde el garaje y jugando con las diferentes piezas, nuestra misión es construir los AC más afinados en virtud del rival al que nos enfrentemos, según la calidad de piezas que tengamos.
Dicho esto, comprobamos ya sin sorpresa, que a la hora de enfrentarnos a los diferentes combates en nuestro ascenso a la primera liga de este deporte, el Formula Front; nos pasaremos
en el garaje el 80% del tiempo, dejando el resto para los rápidos combates.
En el garaje, en nuestro papel de ?Arquitecto? de la liga, jugamos a probar e intercambiar las diferentes piezas de las que disponemos (cientos, adquiriendo nuevas según avanzamos) intentando dar con la mejor combinación a la hora de crear un robot equilibrado. ¿Equilibrado? Esto es intentar mantener una buena armonía entre los seis atributos de las bestias mecánicas: Poder de ataque y defensa, movilidad, suministro de energía, ventilación y resistencia a ECM (VS ECM, la medida de resistencia a los ataques electrónicos). Todo ello, teniendo en cuenta también los
parámetros (alterables) de cada pieza, tales como consumo de energía, peso, calor, ventilación, etc.
Así, como muestra de la finura, según alteremos un componente, podemos caer en un funcionamiento errático del robot, dado que no ventila bien, ha entrado en sobrepeso o consume demasiada energía. Y todo esto
en cada paso para cada una de las seis partes intercambiables del robot que construyen la estructura básica (cada parte con su grupo de piezas): cabeza, brazos, torso, arma, generadores y radiadores. Teniendo en cuenta además que contamos con cinco ?bellezas? en nuestro grupo, sin posibilidad e compartir componentes y necesitando cada uno de ellos de su propia actualización, o mejor aún, especialización para cada tipo de contrincante (robots ágiles contra adversarios pesados, armas defensivas contra moles, etc.).
A la hora de combatir, nos encontramos siempre con
duelos 1 contra 1, en los que nos enfrentamos a un robot de una compañía rival en nuestra misma liga. En estos combates, se dispone
de un límite de 3 minutos para alzarse vencedor, teniendo siempre cuidado de no salirse de los parámetros del escenario (para aquellos en campo abierto, siempre con un área de acción predeterminada y restringida) y de no acabar faltos de energía antes que nuestro rival.
El juego nos permite acudir a estos combates en modo manual o mediante IA de la consola, controlando ella a nuestro engendro en la lucha. Y, aunque parezca extraño, la opción automática puede acabar convirtiéndose en la más acertada, máxime si tenemos en cuenta que sólo entonces podremos ser capaces de sacar el máximo partido a todas los cambios efectuados en las diferentes piezas y articulaciones, percibiendo las variaciones tan importantes que se producen al alterar sutilmente una pieza o parámetro aquí y allá.
En el modo manual, los AC no se dejan controlar con demasiada precisión. La disposición de los botones es correcta, y podemos manejar con sencillez cada arma, movimiento o aceleración, pero encuadrar al enemigo dentro de la retícula de detección (ampliable en tamaño y precisión con diferentes piezas) no es tan sencillo como parece, pues la IA enemiga se maneja a la perfección mientras que nosotros nos veremos obligados a ir de un lado a otro muy erráticamente, persiguiendo a esos robots que tan bien se esconden y tan poco quietos se están para que los destruyamos.
Resulta así que los combates en manual pueden resultar, y al fin y al cabo resultan, bastante parecidos y repetitivos entre sí, pues, no importa las piezas que cambiemos, como humanos que somos siempre actuaremos de forma parecida, sin caer o buscar las sutilezas de nuestra configuración del equipo?