Hay que reconocer el esfuerzo de los
novatos de
Fuzzy Wuzzy Games, que han creado un título con pinceladas de genialidad, y elementos - muy bien traídos - de sagas con mucha solera, como
Mario Galaxy o
Sonic. Es cierto que falla el arte del juego, pero la experiencia sí tiene
personalidad, y elementos como las fases de bonus 2D (con música de corte
retro), puzles muy ingeniosos o cambios continuos en la mecánica de juego ayudan a hacer el título mucho más brillante.